
La segunda jornada del Grupo C llegó a su final con la primera gran demostración de juego de esta Eurocopa realizada por parte de España que abusó de una pobre Irlanda. En el otro partido Croacia consiguió un empate ante Italia que es igual de positivo que de negativo para ambas selecciones. La última jornada dictaminará si eses empate ha sido bueno o ha frustrado sus aspiraciones en la Euro.
ESPAÑA 4 - IRLANDA 0


En el Estadio Arena de Gdansk España llegaba con la necesidad de ganar ante una Irlanda que, sin presión alguna, quería sorprender a la Campeona del Mundo. Del Bosque salió con su habitual 4-3-3 dando entrada a Torres en lugar de Fábregas y situando a Xavi por delante de Busquets y Xabi Alonso aprovechando la llegada a portería que está mostrando en los últimos años. Trapattoni salió con un 4-2-3-1 en el que dio entrada a Cox en lugar de Doyle. La primera parte, en particular y el partido, en general, llevaron una tónica similar en la que Irlanda fue sometida a un dominio supremo del balón por parte de España. A los cuatro minutos Torres abrió el marcador aprovechando la pasividad defensiva ante una acción de Silva. El partido había comenzado muy de cara para la selección española, pero a pesar del gol no se replegaron y continuaron dominando el balón de manera incontestable. El juego comenzaba en la salida y la contundencia que ofrecían atrás Piqué y Ramos. Los pocos avisos de contra irlandesa fueron solucionados con una gran superioridad por los centrales españoles y cuando conseguían disparar a portería ahí estaba Casillas para evitar el gol. Tras la recuperación en defensa Ramos o Piqué eran los encargados de llevar el balón hasta el centro del campo o, si tenían espacios intentar conectar con los jugadores de tres cuartos de campo. Una vez con el balón Xabi y Busquets buscaban la ayuda atrás de Xavi para llegar a la zona de mediapunta o intentar abrir a banda para salir por medio del lateral. Jordi Alba fue el lateral más utilizado. Al llegar a la línea de tres cuartos se encontraba con Iniesta, con el que combinaba y con Xabi Alonso algo más atrás. Las superioridades creadas en esta zona gracias a las ayudas de jugadores como Silva o Xavi originaron que la mayor parte del juego ofensivo fluyera por ese costado. En la otra banda aparecía la figura de Arbeloa, que aprovechando la cantidad de juego que acaparaba la banda izquierda, aprovechó su banda para profundizar y abrir el juego siendo una buena vía de escape cuando España no encontraba salidas en la mediapunta. A pesar de su limitada capacidad técnica ayudó al equipo con centros y disparos que inquietaron a la defensa irlandesa. En la mediapunta tanto Iniesta como Silva crearon la mayor parte del juego secundados por Xavi. Mediante rápidas asociaciones buscaban encontrar espacios para jugar a la espalda de la defensa para Torres o para que uno de los dos se plantara ante Given. Torres, en la delantera, ofreció buenas recepciones cayendo a banda y en la segunda parte, sobre todo, buenos desmarques a la espalda de la defensa penalizando la lentitud y los metros que existían entre ella y el portero. España no consiguió marcar más goles en el primer tiempo pero tanto Alonso, muy útil en las segundas jugadas en los corners, como Xavi, como Iniesta o como Arbeloa pudieron haber batido a Given.
En la segunda parte Trapattoni dio entrada a Walters en lugar de Cox para pasar a formar un 4-4-2 más parecido al del día ante Croacia. El partido no cambió su tendencia y es que para que el cambio diera resultado debían llegar balones al área española para que Walters o Keane los ganaran por alto. España continuó siendo la dueña del partido con un Xavi imperial dominando la zona de tres cuartos esperando a que surgiera la magia de las botas de Iniesta y Silva. A los 49 minutos de las botas del canario surgió el segundo gol. Recibió el balón dentro del área y con una tremenda sangre fría amagó a tres defensas y al portero para encontrar la portería con un sutil disparo, un pase a la red. El partido no cambió tras el gol, lo que sí que cambió fue la actitud de Irlanda que situó la defensa en el centro del campo por lo que cerraba el campo de juego de la Selección, pero a la espalda los Torres, Silva e Iniesta podían destrozar al cuadro irlandés. Tras varias ocasiones de Xavi, Busquets y Xabi Alonso que se toparon con Given, con la defensa, o con la mala suerte de cara a puerta llegó el tercer gol de España, gol de un Torres que se confirma como el delantero centro titular de España. Recibió un pase excepcional de Silva a la espalda de la defensa y el delantero del Chelsea tuvo todo el tiempo del mundo para batir a Given en el mano a mano. Para entonces Del Bosque había realizado el primer cambio. Javi Martínez debutó en esta Eurocopa supliendo a un Xabi Alonso lastrado por ver una tarjeta amarilla. Con esta entrada España pasó a jugar con el habitual 4-3-3 con Busquets de pivote único dejando a Xavi y Javi Martínez por delante. El centrocampista del Athletic Bilbao abarcó muchas zonas del campo, desde la base de la jugada ofreciéndose en la salida de balón, hasta zonas atacantes jugando en ocasiones a la espalda de la defensa aprovechando su superioridad física. Fábregas fue el siguiente en entrar, en el minuto 74, sustituyendo al goleador Torres y ocupando su posición. El centrocampista del Barcelona jugó como hombre más adelantado, aunque bajando a recibir en todo momento. En ataque aportó al igual que contra Italia un gol, en el minuto 83, aprovechando un rechace en el área. La última entrada en España fue la de Cazorla en lugar de Iniesta. El mediapunta del Málaga ocupó su misma zona de juego, partiendo desde la derecha para acabar jugando en el centro en la mayoría de ocasiones. En Irlanda Mc Clean y Green entraron en lugar de Duff y de Whelan sin cambiar el sistema de juego. Con esta victoria España da la primera gran exhibición de juego de la Eurocopa y envía un serio aviso a los rivales, aunque el pase a Cuartos de final se lo tendrá que jugar ante Croacia. Irlanda, con esta derrota, queda eliminada de la Euro.
ITALIA 1 - CROACIA 1


En el Estadio Municipal de Poznan Italia y Croacia se enfrentaban en un encuentro que podía acabar sellando la clasificación de unos a Cuartos de final y la eliminación de otros. Croacia llegaba como líder de grupo después de ganar con solvencia a Irlanda. Italia, por su parte, llegaba después de un empate ante el rival más complicado del grupo que le obliga a puntuar en todos los partidos. Prandelli repitió el 3-5-2 que tan buen resultado dio ante España sin cambiar a ningún jugador. Bilic, por su parte, también repitió el 4-4-2 que jugó ante Irlanda. El partido comenzó con un dominio alterno aunque Italia se mostraba ligeramente superior. La salida de balón italiana fue realizada por los centrales, especialmente por Bonucci y Chiellini, abiertos en las bandas. A partir de ahí había dos opciones: la de salir sobre los laterales encontrando profundidad o la de tocar para Pirlo y buscar pase sobre Cassano y aprovechar la llegada de Marchisio en segunda jugada. La salida sobre la banda derecha fue la más utilizada, pero parecía algo peligrosa dado el dos contra uno que realizaba Croacia con Perisic y Strinic en ataque. Por lo que al final la salida sobre los delanteros fue la que dio un resultado más positivo. Cassano fue el principal receptor de los balones largos. Tanto Pirlo como Motta realizaban el pase y el delantero del Milán bajaba a recibir o caía a bandas dejando el espacio central para que lo aprovecharan Marchisio y Balotelli. La salida sobre Balotelli fue menos utilizada. Croacia, por su parte, buscaba elaborar por dentro y desequilibrar por bandas. La asociaciones entre Rakitic y Modric no originaban espacios interiores pero sí exteriores, que eran aprovechados por Srna, la banda derecha y por Perisic y Strinic, la izquierda. Por la derecha el lateral del Shaktar Donestk buscaba el centro lateral. Por la izquierda gracias a la superioridad creada optaban por el centro o por la jugada de Perisic hacia adentro. Arriba Jelavic esperaba el centro, actuando como nueve fijo y Mandzukic caía a bandas, oxigenaba al equipo y proporcionaba recepciones a salidas en largo del cuadro croata. Conforme avanzaba el partido el dominio italiano fue haciéndose más patente y la doble ocasión de Marchisio que salvó Pletikosa fue el preludio del primer gol del encuentro. A pesar de que Italia comenzaba a dominar el juego el gol llegó a balón parado, de libre directo. Pirlo, en el minuto 39, adelantaba a Italia y ponía un 1-0 que dejaba muy de cara su clasificación para Cuartos de final. Con este 1-0 se llegaba al descanso, esperando ver cuál iba a ser la respuesta de Croacia a este gol.
La segunda parte comenzó con una novedad táctica de Bilic que le dio el dominio del partido. Sin realizar ningún cambio de jugadores Croacia pasó a jugar en 4-2-3-1. Rakitic y Vukojevic conformaban la línea de mediocentros. En la mediapunta Perisic, Modric y Mandzukic, de izquierda a derecha, secundaban a un Jelavic solo en punta. Con estos cambios tanto Rakitic como Vukojevic comenzaron a dominar el centro del campo asociándose constantemente con Modric por dentro y aprovechando las diagonales hacia adentro de Perisic y Mandzukic lo que originaba a Croacia una clara superioridad por dentro y por fuera al aprovechar la capacidad ofensiva de Strinic, por la izquierda, y de Srna, por la derecha. Así eran las llegadas de Croacia: los jugadores de tres cuartos de campo, cuando recibían optaban bien por el disparo lejano, bien por la apertura a banda, la opción más utilizada. En el minuto 62 Prandelli dio entrada a Montolivo en lugar de Motta para intentar recuperar la posesión de balón y asistir a los delanteros que no habían entrado en juego en este segundo tiempo. Bilic, por su parte, dio entrada a Pranjic en lugar de Perisic por lo que la banda, si quedaba alguna duda, quedaba libre para Strinic aprovechando que el centrocampista del Bayern Munich jugaba constantemente por el centro. Italia mientras tanto aguantaba las acometidas laterales de Croacia con unos Chiellini y Bonucci imperiales por alto. Di Natale entró en lugar de Balotelli intentando recurrir a la misma opción que ante España: si la posesión está pérdida habrá que penalizar los espacios dejados atrás por los croatas con la entrada del delantero del Udinese. Pero en el minuto 72, en el único error de Chiellini, Croacia empató el encuentro gracias al tercer gol de Mandzukic en esta Euro. El central de la Juventus, en lugar de esperar al balón, fue a por él sin coordinar bien el salto con la altura del esférico, lo que propició que Mandzukic recibiera solo y marcara. Con este gol el partido bajó su nivel y a pesar de que Italia se hizo con la posesión del balón las contras croatas causaban mucho peligro. Con Montolivo en el centro del campo el movimiento del balón comenzó a fluir con mayor velocidad aunque la superioridad croata en esa zona obligaba a los centrocampistas a tener que conectar con los delanteros mediante balones largos. Croacia, por su parte, buscaba las salidas rápidas por banda buscando la espalda de los carrileros para conseguir conectar con los delanteros. Giovinco entró en lugar de Cassano para intentar dar algo más de pausa en las recepciones de los delanteros, aunque no le dio tiempo a aparecer. Bilic dio entrada a Eduardo y a Krajncar en lugar de Jelavic y Mandzukic respectivamente. El partido llegó al final con un empate válido para los dos viendo el transcurso del partido, pero que no asegura a ninguna de las dos selecciones su pase a Cuartos de final.
Con estos resultados el grupo está liderado por España y Croacia con cuatro puntos seguidos de Italia con dos. Con cero cierra la eliminada Irlanda. España pasa ganando o empatando a partir de dos goles siempre que Italia gane. Croacia está en la misma situación que España. Italia necesita ganar y que Croacia y España no empaten a más de dos goles. Si empatan a menos goles entrará en juego el average.
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