viernes, 30 de noviembre de 2012

Primeras sensaciones de la era Benítez



Dos años sin entrenar son muchos para cualquier entrenador y más si ese entrenador tiene un currículum tan envidiable como el de un Rafa Benítez que tiene entre otros logros una Champions, dos ligas españolas y un Mundial de Clubes. La despedida de Di Matteo el martes pasado por la noche después de una derrota ante la Juventus que le deja prácticamente eliminado de la Champions propició la entrada en escena del técnico madrileño. Con carácter interino hasta final de temporada llega un Rafa Benítez que tendrá como máximos objetivos luchar por la Premier League y ganar el Mundial de Clubes.

En sus dos primeros partidos al mando del banquillo londinense pocas conclusiones positivas se pueden sacar de un Chelsea que continúa con importantes problemas en la creación de juego mediante posesiones largas. El principal problema de Di Matteo en este comienzo de temporada era la salida desde atrás, ya que Ramires y Obi Mikel eran incapaces de hacer llegar el balón con un mínimo de limpieza a los mediapuntas, además de las constantes pérdidas que tenía en este tipo de transiciones. Benítez ha conseguido minimizar este número de pérdidas, aunque la salida de balón sigue siendo un debe para su equipo. Otro problema que fue a más conforme avanzaba la temporada fue la cantidad de goles encajados. Hasta el domingo pasado el Chelsea no dejaba su portería a cero desde el 22 de septiembre en Premier League habiendo encajado once goles en siete partidos. En Champions las cifras son igual de sangrantes, y es que en los cinco partidos disputados solo ha conseguido mantener la portería a cero en su enfrentamiento ante el Nordsjaelland habiendo encajado nueve goles en los otros cuatro partidos. Unas cifras que lastran la marcha de un equipo que por encima de todo se basa en la solidez defensiva. En este aspecto Benítez sí ha trabajado con fortuna ya que en los dos encuentros que ha dirigido ha mantenido la portería a cero.

Dos empates a cero en casa ante el Manchester City y ante el Fulham es el bagaje de un Rafa Benítez que tiene prisa por encontrar buenos resultados que mejoren el ambiente de crispación de la grada. Estos dos encuentros, bastante cerrados ambos, no permiten hacer una valoración muy amplía, ni es lo que espero realizar, de su estancia en Stamford Bridge, pero sí nos dejan algunos detalles interesantes de contar.


En su primer partido, ante el Manchester City, pudimos ver la versión más defensiva del Chelsea. El sistema utilizado por Benítez fue el mismo que utilizó Di Matteo en los últimos encuentros con Obi Mikel y Ramires en el doble pivote y con Oscar, Hazard y Mata en la mediapunta. La línea defensiva fue para Azpilicueta, Ivanovic, David Luiz y Ashley Cole, de derecha a izquierda. El dominio del balón fue por completo de un Manchester City que también sufría para salir desde atrás. Ramires y Mikel se emparejaron con los dos medios del cuadro de Mancini siendo Ramires el encargado de salir sobre Touré Yayá, el más móvil y Obi Mikel sobre Barry, el más fijo. En defensa Ivanovic y David Luiz salían muchos metros de su zona para encimar las recepciones de Dzeko y de Agüero, que buscaron más la asociación que la profundidad. Por las bandas los laterales tuvieron la complicada tarea de enfrentarse a la constante movilidad de Milner y de Silva entre líneas y a la profundidad de Kolarov y de Zabaleta. En la primera parte el argentino estuvo más activo y fue la vía por la que el City consiguió llegar a la meta de Cech. En la segunda parte fue el serbio el que apareció más en ataque, pero Azpilicueta le cerró bien. En ataque apenas dispuso de ocasiones un Chelsea que echó en falta mayor actividad de sus tres mediapuntas. Desde la derecha Mata fue el más activo aunque en pocas ocasiones pudo asociarse con Torres. Hazard y Oscar estuvieron más desaparecidos, intercambiando muy a menudo posiciones. El brasileño ayudó en salida a Obi Mikel y a Ramires. Benítez dio entrada a Victor Moses y a Oriol Romeu en lugar de Hazard y de Mikel. La entrada del nigeriano se prevee habitual en las segundas partes para cambiar la tendencia del encuentro. Oriol Romeu, por su parte, busca asentarse en el once ante la necesidad de un mediocentro creador en el centro del campo blue.


Ante el Fulham vimos la versión más dominadora de un Chelsea que salió con una importante variación en el sistema. La entrada de Oriol Romeu en el once permitió al Chelsea jugar en 4-3-3 con Ramires y Oscar como interiores, con Hazard y Bertrand como extremos y con Torres en la delantera. En defensa Benítez repitió la línea de cuatro que jugó ante el Manchester City, dejando de nuevo en el banquillo a un Cahill con el que no parece contar de inicio. La entrada de Romeu permitió al Chelsea circular en el centro del campo con mayor fluidez aunque sin encontrar apenas profundidad en sus pases. La calidad del ex del Barcelona está en su efectividad en el pase, un pase casi siempre a uno o dos toques hacia adelante que apenas pierde. Su principal socio era un Oscar que aparecía prácticamente a su altura y que era el encargado de transitar para combinar con Ramires y con Hazard. Al brasileño se le notó que apenas ha jugado en esa posición tan retrasada sufriendo para filtrar pases interiores, con lo que solía retrasar el balón de nuevo hacia Romeu. En la mediapunta puede arriesgar más sus pases que actuando prácticamente como un medio más. Esta falta de profundidad obligaba a David Luiz a tener que realizar alguna salida habituales suyas con el balón controlado hasta bien entrado en campo contrario. La posición de Ramires en ataque fue la de llegador actuando por delante de Oscar buscando rematar algún centro lateral de Bertrand o de Azpilicueta. Desde los extremos el joven inglés ocupó toda la banda dejando a Cole el trabajo defensivo. Por la derecha las constantes diagonales de Hazard dejaban la banda para que la profundizara un Azpilicueta que tenía la amenaza en defensa de Rodallega. En fase defensiva el Chelsea apenas sufrió durante la primera hora larga de encuentro en la que no permitió ninguna llegada con peligro del Fulham. Las bajadas a recibir de Berbatov hasta prácticamente el centro del campo fue lo más peligroso. En el último cuarto de hora la entrada de Kerim Frei permitió al Fulham salir muy rápido a la contra con constantes diagonales en las que se impuso a Azpilicueta. Benítez, al igual que ante el City, solo realizó dos cambios. Dio entrada a Mata en lugar de Bertrand y a Marko Marin, que parece que va a contar con más oportunidades que con Di Matteo en lugar de Hazard. El alemán dejó buenas sensaciones en los pocos minutos que jugó.

Con dos empates a cero comienzan a surgir prisas por conseguir la primera victoria. Este mes de diciembre será muy importante para conocer cuáles serán sus aspiraciones en la segunda mitad de temporada. En tercer lugar a seis puntos del Manchester City y a siete del Manchester United este es el calendario que le espera hasta final de año.

Premier League: vs West Ham (1/12, F), vs Sunderland (8/12, F), vs Aston Villa (23/12, C), vs Norwich (26/12, F), vs Everton (30/12, F), vs QPR (2/1, C)

 Champions League: vs Nordsjaelland (5/12, C)

Mundial de Clubes: vs Ulsan Hyundai/Monterrey (13/12), Final* (16/12)

*En caso de ganar la semifinal

lunes, 26 de noviembre de 2012

Una salida siempre complicada

Un tanto del centrocampista bético en los primeros minutos tumbó al actual campeón de Liga.

Segunda visita a Sevilla del Madrid esta temporada y segunda derrota en ella, a la que se suma la de Getafe. Esta vez fue el Betis el que consiguió imponerse a un Madrid muy irregular, con problemas en salida de balón y sobre todo en generación de juego por dentro. El equipo local lo dio todo para hacerse con la victoria realizando un gran trabajo defensivo tanto en el centro del campo como en la defensa y poniendo en aprietos al Madrid en cada contra.

El partido se presentaba como trampa para un Madrid que venía de sellar la clasificación para Octavos de final el pasado miércoles y que comenzaba a mirar hacia el derbi de la próxima semana ante el Atlético. El Betis, por su parte, llegaba al partido después de atravesar una de las semanas más complicadas que se recuerda en los últimos años tras la abultada derrota ante el Sevilla.

Real Betis B., S.A.D. 4-2-3-1 football formationReal Madrid C.F. 4-2-3-1 football formation

Pepe Mel salió con un 4-2-3-1 en el que apostó por Salva Sevilla en la mediapunta junto a los habituales Juan Carlos y Agra. En defensa Amaya entró en lugar del lesionado Paulao y Ángel en lugar de Nelson. En la banda izquierda Alex Martínez comienza a asentarse como titular habitual. El partido comenzó según el guión esperado, el Madrid dominador buscaba los espacios a la espalda de la defensa bética, mientras que el cuadro local presionaba la salida de balón para batir al Madrid a la contra. La salida blanca no fue todo lo eficiente que se esperaba y ya son varios partidos en los que no está funcionando a pleno rendimiento. Alonso se encontraba siempre con la presencia de Salva Sevilla y sufría para no perder el balón. Por delante se encontraba Khedira, con buen trabajo en llegada pero con un déficit técnico que lastraba al Madrid en la transición. Una vez en zona de tres cuartos Ozil no encontraba ningún tipo de asociación ante las escasas diagonales de Ronaldo y de Di María. Ante esta situación la profundidad por las bandas se presumía como la única vía efectiva para llegar con peligro al área bético, pero el trabajo tanto de extremos como de laterales no dio sus frutos. La poca presencia entre líneas de Ronaldo y de Di María no se correspondió con una constante presencia en las bandas. Además Coentrao y Arbeloa apenas subieron, en gran parte por el buen trabajo de Juan Carlos y de Agra fijándoles. El Betis encontró un filón a la contra con la movilidad entre líneas de Beñat y de Salva Sevilla y los continuos desmarques de Rubén Castro buscando la espalda de centrales y de laterales.


Como ya hemos mencionado la salida de balón del Madrid fue el aspecto sobre el que comenzó a cimentarse el atasco en su juego. Como ante el Borussia Dortmund la posición de uno de los medios adelántandose hasta la altura del mediapunta para mejorar la presión fue un problema complicado de solucionar para el Real Madrid. Ante el equipo alemán Kehl realizó esa tarea, ante el Betis fue Beñat el encargado de hacerla. Como en numerosos partidos esta temporada el ex del Athletic Bilbao lideró la presión secundado a la perfección por Salva Sevilla, a su altura y por Cañas por detrás. El Betis presentó un dos contra uno ante la salida de Alonso obligando a los centrales a tener que avanzar muchos metros dejando unos espacios que después serían aprovechados por Rubén Castro a la contra. Al Madrid le costó encontrar talento entre líneas. Khedira aparecía por delante de Alonso, pero no aportaba en la generación de juego. La siguiente altura era para un Ozil muy lejos de Alonso y con pocos jugadores con los que asociarse. Benzema fue el que más se dejó caer a la mediapunta para ofrecer algún apoyo que no se convirtió en profundidad. Por las bandas Ronaldo buscaba la jugada personal con diagonales que pocas veces acababan en buen puerto. Di María por la banda derecha no encontró su sitio en ningún momento. No aportó ni amplitud cuando se necesitaba, ni movilidad entre línea para permitir a Ozil caer a banda y tener mayor campo de actuación. Ante esta situación el Madrid únicamente fue capaz de crear peligro con centros laterales que fueron solventados por un gran Adrián. El Betis se hizo grande en su campo gracias a la actuación de Cañas. Se encargó de defender a Ozil impidiéndole participar a su espalda y de realizar continuas coberturas a los centrales y a los laterales. Amaya y Dorado cumplieron por encima de lo esperado, ya que cerraron todos los desmarques de Benzema a su espalda, hecho que impidió ningún mano a mano ante Adrián. Los laterales apenas sufrieron ante las pocas entradas por banda del Madrid.



En ataque el Betis fue de menos a más a lo largo de la primera parte. Comenzó replegado, pero a partir del gol fue animándose hasta acabar creando más peligro que el Madrid. En el minuto 17 se adelantó por medio de Beñat, con un disparo colocado al palo. A partir de este momento el Madrid se volvió muy impreciso y el Betis lo aprovechó para atacar la espalda de la defensa. Beñat y Salva Sevilla recuperaron muchos más balones para que Rubén Castro buscara la profundidad. El plan previsto fue atacar la banda derecha del Madrid. En cada pérdida Rubén Castro buscaba la espalda entre Arbeloa y Pepe, secundado por Juan Carlos, buscando desborde hacia fuera y por un Alex Martínez que no se lo pensaba cuando tenía ocasión de subir. A partir de estas jugadas desde la banda llegaban una serie de centros que Salva Sevilla y Beñat buscaban rematar llegando desde segunda línea. El gol no llegó pero la inquietud de la defensa y del centro del campo madridista era mayor y al descanso se llegó con un Betis superior a un Madrid sin ideas en ataque.

La segunda parte comenzó con un doble cambio en el equipo madridista. Ante la necesidad de una mejor circulación de balón por dentro Mourinho dio entrada a Kaká y a Modric en lugar de Ozil y de Khedira. El Madrid sí mejoró en salida de balón con Modric apareciendo muy cerca de Alonso para avanzar metros, pero no fluyó como en los primeros minutos de la primera parte entre líneas. Apenas existieron combinaciones entre los Kaká, Benzema o Di María y el juego se volvió muy vertical, buscando la portería de Adrián sin apenas elaborar juego. El Madrid se mostró muy estático en este segundo tiempo llegando a romperse conforme avanzaba el encuentro. Alonso se quedó como único centrocampista en fase defensiva ante los Beñat, Salva Sevilla y compañía, con Modric por delante teniendo exclusivamente la misión de tener el balón. Como aspecto positivo para el Madrid cabe destacar que el poderío ofensivo del Betis durante el segundo tiempo fue inexistente, ya que el físico fue a menos y mantener el equilibrio defensivo fue la única prioridad de estos segundos cuarenta y cinco minutos. Rubén Castro se vino abajo y los desmarques que tanto habían puesto en problemas a la defensa blanca dejaron de existir. Los minutos continuaban avanzando y el empate no llegaba, y lo que era peor, las sensaciones no hacían presagiar que ese empate llegaría pronto. El juego directo se apoderó de un Madrid con muchas prisas para llegar arriba. La soledad de Alonso en defensa le hizo ir bajando de nivel y Ramos tuvo que asumir su papel. El central se erigió en el líder del equipo siendo el encargado de dar salida al y de llegar a finalizar algunas jugadas. El resultado no fue positivo para el equipo blanco ya que Ramos obligó a jugar muy vertical al Madrid, demasiado. Llegaba con el balón controlado hasta el centro del campo y rápidamente buscaba un pase en profundidad sobre Benzema. En el minuto 63 Mourinho agotó los cambios dando entrada a Callejón en lugar de un desaparecido Di María. Con la entrada del canterano madridista el técnico portugués buscó una mayor movilidad en tres cuartos de campo para batir las siempre juntas líneas defensivas del Betis. En el cuadro local Jorge Molina entró en lugar de Juan Carlos, con lo que Rubén Castro pasó a jugar en la banda izquierda. Con este cambio el Betis volvió a disponer de una referencia arriba sobre la que salir en largo y sobre la que limitar las incorporaciones al ataque de los defensas madridistas. Rubén Castro no sufrió en banda izquierda ante la poca presencia de Arbeloa en fase ofensiva. En el minuto 76 Pepe Mel dio entrada a Nacho en lugar de un Ángel que fue sometido a un gran desgaste físico durante todo el encuentro. En el minuto 81 Nosa entró en lugar de Salva Sevilla. El nigeriano se situó en el centro del campo y dejó la mediapunta para Beñat. El Betis ganó una intensidad defensiva que le valió para mantener la victoria. El Madrid apenas llegaba arriba. Los centros laterales continuaban siendo su única vía de llegada, pero como mencionamos anteriormente, la actuación de Adrián impidió al Madrid empatar el encuentro.

Con este resultado el Betis es quinto empatado a puntos con el Málaga y dos por encima del sexto, el Levante. El Real Madrid continua tercero a ocho puntos del Atlético Madrid y a once del Barcelona. Por detrás tiene al Málaga con cuatro puntos menos.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Un empate que vale un pase a Octavos de final



Buen partido el que nos depararon los dos grandes equipos de este grupo F que con la clasificación sellada para Octavos de final con la victoria del Lille frente al BATE Borisov se enfrentaban para dirimir quién sería primero de grupo. A pesar del empate final el partido debe de servir para reconciliar al Valencia con su afición después de un complicado inicio de temporada en el que los buenos resultados brillaron por su ausencia. El Bayern continúa con su racha de buenos resultados y salvo un tropiezo ante el BATE Borisov se asegura la primera plaza de grupo.

Los dos equipos salieron con su habitual 4-2-3-1. Pellegrino sorprendió con varias novedades en el once. Guaita entró en la portería.  Barragán entró en lugar del lesionado Pereira. Por delante Parejo sustituyó a Gago y en la mediapunta apareció Banega por primera vez como titular después de su lesión, relegando a Jonas al banquillo. Heynckes, por su parte, dio entrada a Badstuber en el eje de la defensa en detrimento de Boateng y a Pizarro en la delantera en lugar de Mandzukic.

Valencia C.F., S.A.D. 4-2-3-1 football formationFC Bayern München 4-2-3-1 football formation

El partido comenzó de forma muy parecida al de la ida, con un Bayern poseedor del balón y con el Valencia replegado buscando la contra. Lo que cambió fue la intensidad defensiva del cuadro ché en todas las zonas pero especialmente en el centro del campo. El trío formado por Parejo, Tino Costa y Banega realizó una presión a la salida de balón del Bayern Munich que condicionó todo el juego del cuadro alemán en gran parte del partido. Ante la imposibilidad para salir por dentro el Bayern se vio obligado a utilizar las bandas para salir, como viene haciéndolo mayoritariamente esta temporada. La debilidad de la defensa valencianista estaba claramente por la banda derecha. La presencia de Barragán que desde el principio comenzó a generar dudas en sus enfrentamientos ante Ribery incitaba al cuadro alemán a atacar constantemente por allí. Contra todo pronóstico no fue así y el Bayern no pudo encontrar la superioridad esperada debido en gran medida a dos aspectos: el buen rendimiento por alto de Ricardo Costa y de Rami evitando remates de Pizarro y la presencia de Feghouli que además del importante trabajo defensivo que realizó suponía una constante amenaza a la espalda de un Alaba que no pudo soltarse todo lo que quiso en ataque. Por la otra banda Lahm sí intentó salir para llegar a línea de fondo y centrar ya que el juego entre líneas de Muller y de Kroos fue prácticamente inexistente. El buen trabajo de Guardado y de Cissokho en defensa impidió que el Bayern creara peligro con cierta regularidad. Ante estos problemas para llegar a la portería de Guaita el Bayern quedó a expensas de las jugadas personales de Ribery entre líneas. El Valencia buscó un juego muy directo sobre Soldado para que aparecieran Banega y Tino Costa entre líneas y buscaran el pase en profundidad o  el disparo desde fuera del área. Feghouli también estuvo activo en la primera parte, aunque no fue hasta la segunda cuando destacó por encima de los demás.


A pesar de no ser determinante la salida por dentro del Bayern Munich el primer pase casi siempre de Schweinsteiger sobre un jugador adelantado ya sea por dentro o por fuera sí lo es. La presencia de Kroos en la mediapunta siempre aporta una tercera pieza para ayudar a los mediocentros en caso de no poder realizar la circulación con garantías de triunfo. Para defender a este trío en salida Pellegrino dio entrada a Banega en lugar de Jonas para aprovechar la mayor capacidad de retroceso del argentino, más acostumbrado a vivir cerca del círculo central que del área. En defensa Tino Costa adelantó su posición situándose a la altura de Banega saliendo a tapar a Schweinsteiger y a Javi Martínez. Por detrás Parejo se encargaba de equilibrar el centro del campo cerrando a Kroos. En ataque Banega actuaba claramente en la mediapunta, con Tino Costa a la altura de Parejo. La generosidad en defensa de los tres fue el punto sobre el que comenzó a solidificarse la superioridad valencianista ya que las incorporaciones de Schweinsteiger adelantando metros para intentar generar ventajas en otras zonas más adelantadas eran cerradas con continuaciones en la marca de Banega y de Tino Costa, alternándose de tal manera que en ningún momento se quedaba solo. Feghouli y Guardado también tenían una parte de importancia en este sistema defensivo  ya que además de encargarse de cerrar al lateral se venían hacia adentro en ocasiones para impedir que el Bayern avanzara metros. Por esta razón Dante se veía obligado a jugar en largo sobre Pizarro para poder llegar al área valencianista y sobre todo para evitarse alguna pérdida innecesaria que le costara un gol.

La primera parte acabó con empate a cero después de que las ocasiones brillaran por su ausencia. La expulsión de Barragán fue la acción más destacada del encuentro, lo que obligó a Feghouli a hacerse cargo por completo de la banda derecha.


Pocas veces vemos en un partido un desgaste físico tan alto como el de Feghouli en la segunda parte. El tener que encargarse de toda la banda no le impidió aparecer en ataque y fue un constante sube- baja durante los segundos cuarenta y cinco minutos. Si el Bayern tenía un filón al principio del partido por esta banda ahora sin la presencia de Barragán este filón se hizo todavía más grande. Pero al igual que en el primer tiempo las pocas presencias de Alaba en ataque y las continuas diagonales de Ribery impidieron penalizar al Valencia por banda derecha. Otro de los aspectos a destacar en defensa fue las constantes ayudas de Rami o de Tino Costa o de Banega para ocupar la posición de Feghouli cuando el marroquí se encontraba regresando de la acción de ataque. En el juego ofensivo el extremo ché fue muy importante ya que fue la principal vía sobre la que el Valencia conseguía salir tras recuperar el balón. En el minuto 77 su trabajo fue recompensado con el primer gol de la noche.  Partiendo desde la derecha regateó a dos contrarios y con la zurda batió a Neuer después de que Dante desviara el balón. Con este gol Feghouli ya sí se centró únicamente en labores defensivas.

El partido se abrió en su segunda parte y es que el Valencia viéndose clasificado y sin sufrir apenas en la primera parte salió a por la victoria. El trío Banega- Parejo- Tino Costa comenzó a funcionar en ataque con combinaciones que permitían al Valencia tomarse un respiro en defensa y buscar bien a Soldado por dentro o a Feghouli y Guardado por fuera. El Bayern se volvió más vertical al tener más espacios entre líneas, pero las acciones de peligro no llegaban. Schweinsteiger fue el jugador que más intentó encontrar las ocasiones con constante movilidad entre líneas tanto por la mediapunta como por bandas doblando a los extremos. Heynckes se vio obligado a realizar un doble cambio en el minuto 66 dando entrada a Shaqiri y a Mandzukic en lugar de Kroos y de Pizarro. El suizo actuó en la mediapunta para mejorar la presión a la salida de un Valencia que cada vez se hacía más fuerte. El croata salió para conseguir rematar alguno de los centros servidos por los extremos, en la que era la única vía de llegada a la portería de Guaita.  En el 71 dispuso de su mejor ocasión enviando al palo un centro lateral. Pellegrino también optó por realizar cambios y dio entrada a Jonas en lugar de Parejo un minuto antes del gol de Feghouli. Tras este gol Albelda entró en lugar de Banega. El brasileño actuó en banda derecha por delante de Feghouli. El técnico del Bayern acabó el partido con todo lo que tenía, con Mario Gómez entrando en lugar de Ribery, pasando a jugar con un 4-4-2. Muller pasó a jugar en banda izquierda y Shaqiri en la derecha. A pesar de no merecerlo Muller empató el partido en el minuto 82 al rematar otro centro lateral. Con este gol el partido disminuyó en intensidad y el empate pareció convencer a ambos en un partido muy luchado que supuso un importante desgaste físico para todos los jugadores. Pellegrino agotó sus cambios dando entrada a Valdez en lugar de Guardado, pero el empate ya fue inamovible.

Con este empate el Bayern Munich continúa líder con diez puntos seguido por el Valencia con la misma puntuación. Con seis está el BATE Borisov que irá a la Europa League y con tres cierra el Lille. El Bayern depende de sí mismo para ser primero de grupo, mientras que el Valencia debe de conseguir un punto que más que el cuadro alemán en la última jornada.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Un empate que deja contento a ambos equipos

El guardameta alemán no pudo evitar el 2-2. La falta iba bien tocada por Özil, pero algunos pueden pensar, con razón, que el portero pudo hacer más.

Partidazo de nuevo el que pudimos disfrutar entre los actuales campeones de la Bundesliga y de la Liga BBVA. Como en Alemania el primer tiempo fluyó por unos cauces en los que el Dortmund se encuentra en su salsa: intensidad, verticalidad y un carácter emocional que hace crecerse al equipo de Klopp en este tipo de partidos. El encuentro disputado el martes en el Santiago Bernabéu no fue más que la constatación de un pase a Octavos de final por parte de ambos equipos de forma muy merecida. Dortmund y Madrid acabaron contentos, ya que el primero se afianza en el liderato del grupo y el segundo consiguió un empate en los últimos minutos muy valioso para dejar completamente descolgado al Manchester City y al Ajax.

Ambos equipos salieron con su habitual 4-2-3-1 de inicio. Mourinho dio entrada a Arbeloa en la izquierda, recuperado de su lesión, dejando como en los últimos encuentros el puesto de central a Pepe y a Varane y el lateral diestro a Sergio Ramos. Modirc actuó en el mediocentro en lugar de un lesionado Khedira y arriba Higuaín se aprovechó de los problemas físicos de Benzema para salir de inicio. Klopp, por su parte, salió con su habitual once en el que solo destacaban las entradas de Gundogan y de Grosskreutz en lugar de Bender y de un Blaszczykowski que continúa lesionado.

Real Madrid C.F. 4-2-3-1 football formationBorussia Dortmund 4-2-3-1 football formation

El partido comenzó con una imagen parecida al encuentro disputado hace dos semanas en el Signal Iduna Park. El Madrid intentaba proponer el juego saliendo desde atrás, mientras que el Dortmund buscaba las contras con una presión muy adelantada comenzada por Gotze y por Lewandowski. El Real Madrid sufría para avanzar metros y para encontrar líneas de pase por delante, mientras que el cuadro alemán creaba peligro sobre la meta de Casillas. Ozil debía de ser el hombre que liberara a Modric y a Xabi Alonso de esta presión tan intensa. Kehl adelantaba su posición para situarse en ocasiones a la altura de Gotze y de Grosskreutz, mientras que Gundogan estaba más centrado en realizar coberturas a las bandas. Por el centro se originó un espacio entre el centro del campo y la línea de centrales sobre el que Ozil podría haber castigado al cuadro alemán, bien obligando a retrasar su línea de presión, o bien penalizándole con llegadas a la meta de Weidenfeller. Con el alemán desactivado y sin salidas por dentro el Madrid confiaba todo su juego de ataque en las diagonales de Cristiano Ronaldo y de Di María. La buena situación del Dortmund en defensa y la poca aportación de Ramos y de Arbeloa en ataque ante las continuas amenazas de Reus y de Grosskreutz en banda provocaron que las llegadas no fueran nada claras. Arriba un Higuaín tocado apenas recibió balones. El Dortmund tuvo dos opciones con las que llegar a la portería de Casillas durante la primera parte y en ambas superaron a la defensa madridista. La primera opción era la contra sobre la pérdida madridista. La movilidad de Gotze y sus combinaciones con Reus desajustaron a la defensa blanca en numerosas ocasiones. Por banda izquierda el vertical Grosskreutz buscaba la espalda a Ramos. De esta forma Reus adelantó a su equipo en el minuto 28. El Madrid no tardó en responder  y seis minutos después puso el empate por medio de Pepe a la salida de un corner. A pesar del empate el Borussia continuó dominando el partido y en esta parte con la salida en largo sobre Lewandowski. La superioridad aérea del polaco sobre Varane propició una buena vía de salida para el Dortmund cuando sus recuperaciones de balón no eran demasiado cercanas al área. En el minuto 45 gracias a un envío en largo sobre Lewandowski consiguió el empate por medio de un Arbeloa que pugnaba con Gotze por hacerse con el balón.

 
Como hemos mencionado anteriormente la salida del Madrid fue la clave sobre la que se gestó este primer tiempo, al igual que gran parte del encuentro de ida. La entrada de Modric en el once en lugar de Essien respondía a una mejora en la circulación de balón para minimizar el número de pérdidas y tener más asociaciones por dentro con Ozil. En el planteamiento la entrada del croata estaba clara pero en la práctica no tuvo los resultados esperados. Modric y Alonso aparecieron en paralelo en la base de la jugada, bastante separados y con un dos contra dos constante contra Gotze y Lewandowski más las ayudas de Kehl. Alonso se limitaba a jugar en paralelo con Modric y el croata, mucho más vertical que el español, se veía obligado a tener que avanzar metros. La esperada conexión con Ozil no llegó ante la poca participación del mediapunta alemán, que no consiguió aparecer ni por delante ni por detrás de los mediocentros. Por tanto la sociedad Modric- Ozil que debía liderar al Madrid sucumbió por la intensa presión del Dortmund y por la separación que hubo entre ambos. Por bandas Ramos y Arbeloa tampoco apoyaron a los medios saliendo por las bandas por lo que el Madrid se ahogó en esta zona del campo.

La segunda parte comenzó con dos cambios en el Madrid y con uno en el Dortmund, no de jugadores, sí de intenciones. Mourinho dio entrada a Callejón y a Essien en lugar de Higuaín y de Modric. El sistema madridista se mantuvo porque Ronaldo pasó a jugar como hombre más adelantado. Ante las pérdidas de Modric en salida de balón el técnico madridista optó por ser más vertical e intenso en el centro del campo con la entrada del ex del Chelsea. Klopp replegó a su equipo permitiendo al Madrid jugar con más comodidad en campo contrario.


La entrada de Callejón fue la mejor noticia del partido para el Madrid y es que el canterano ofreció una profundidad que no había encontrado en toda la primera parte. Tuvo tres ocasiones en el primer cuarto de hora, en una salida muy típica del Madrid en Champions. La primera acabó en gol anulado por fuera de juego, la segunda se marchó cerca del palo y la tercera fue parada por Weidenfeller. Gran parte de culpa de esta salida en tromba del Madrid fue suya. Otro que tuvo parte de esta culpa fue un Ronaldo que realizó el trabajo sucio para que Callejón se plantara ante el meta alemán. Partiendo desde el centro su movilidad fue constante en la segunda parte propiciando unos espacios de los que se aprovechó en gran medida Callejón. Como vemos en la jugada del gol anulado Ronaldo cae sobre la banda izquierda y Callejón aprovecha el espacio por el centro para atacarlo. Piszczek no cierra con totales garantías ante la presencia del portugués en banda y Subotic pierde por un momento su referencia inicial que en este momento pasa a ser el español. Un momento de confusión que deja a Callejón cara a cara con el portero.

Pero no solo de este cambio de posiciones vivió el Madrid en la segunda parte. Ozil comenzó a aportar la movilidad que se le espera cayendo sobre la banda derecha, permitiendo a Di María desbordar por dentro. El argentino también dispuso de varias ocasiones que no encontraron portería. En este comienzo de segundo tiempo el Borussia se vio completamente superado. Conforme avanzaban los minutos el Madrid fue apagándose poco a poco conocedores de la dificultad de mantener este nivel de intensidad durante los cuarenta y cinco minutos. Las apariciones sobre la meta de Weidenfeller dejaron de llegar con tanta asiduidad. El Dortmund no pudo replicar al Madrid en toda la segunda parte ya que el equipo se centró en el trabajo defensivo y  las recuperaciones en posiciones más lejanas que en la primera parte impidieron salidas en largo para que los mediapuntas inventaran algo. La presencia de Essien en el centro del campo limitó todavía más estas transiciones. Hasta el minuto 74 no realizó Klopp su primer cambio dando entrada a Bender en el centro del campo en lugar de Reus. Mourinho que necesitaba puntuar si no quería jugarse el pase en Manchester dio entrada en el minuto 77 a Kaká en lugar de Arbeloa. El Madrid pasó a jugar con un 3-4-1-2 con Pepe, Ramos y Varane en defensa, Alonso y Ozil en el mediocentro, Kaká en la mediapunta, Essien por banda derecha, Di María por izquierda y arriba Callejón y Cristiano Ronaldo. El Bernabéu se volcó con el equipo en los últimos diez minutos buscando un arreón final que les diera el empate o incluso la victoria. Klopp que se veía superado físicamente dio entrada a Perisic en lugar de Gundogan. Gotze pasó a jugar en banda derecha con menor trabajo defensivo y el croata ocupó la mediapunta siendo el principal defensor de la salida de balón del Real Madrid. Los minutos pasaban y las ocasiones no llegaban. No llegaron hasta el minuto 89 cuando Ozil empató el partido con un disparo de falta colocado al palo. El partido no dio más de sí. Klopp dio entrada a Leitner en lugar de Gotze para evitar otra remontada épica del Madrid que esta vez no llegó.

El empate deja a los dos equipos en lo más alto del clasificación con el pase a Octavos de final bastante encarrilado. El Borussia Dortmund es líder con ocho puntos seguido del Real Madrid con siete. Con cuatro en puesto de Europa League está el Ajax. Cierra con dos un Manchester City prácticamente eliminado.