El Atlético volvió a conquistar el Bernabéu por segunda ocasión consecutiva, lo que supone algo más que una victoria en una liga en la que los grandes se dejan pocos puntos y el Real Madrid ya ha cedido cinco. El Atlético confirma su tendencia ascendente esta temporada después de la disputa de una Supercopa de España que no ganó, pero que fue superior al Barcelona. Con siete victorias en otros tantos encuentros ahora mismo es un claro candidato el título, ya que además de disponer de jugadores como Diego Costa, Koke o Miranda que se están destacando en este comienzo de liga, suplentes como Raúl García, Tiago o Manquillo responden cada vez que tienen que aprovechar los minutos que Simeone da descanso a los titulares.
Ambos equipos salieron con sistemas similares en los que hubo algunas novedades. Simeone optó por un 4-4-2 dando entrada a Tiago en lugar del lesionado Mario Suárez. Ancelotti, por su parte, dio entrada a Illarramendi junto a Khedira en detrimento de Modric, a Coentrao en la izquierda y a Di María en lugar de un Bale que tuvo su oportunidad en la segunda parte.
La salida de balón madridista
Los problemas para el Real Madrid comenzaron a la hora de sacar el balón desde atrás y superar la primera línea de presión que marcaban Diego Costa y Villa. Los dos delanteros rojiblancos marcaban la zona hasta la que podían avanzar los centrales madridistas. Pepe y Ramos eran quienes asumían mayores responsabilidades por el centro apareciendo Illarramendi y Khedira muy abiertos por delante de los extremos atléticos. Ambos se alternaban con bastante constancia el costado sobre el que recibir. Illarramendi fue el que más balones recibió teniendo que conectar en corto por dentro con Di María o con Isco. Las ayudas de Koke y Arda Turan sobre el mediocentro que apareciera en ese costado fueron claves para recuperar balones. Las bandas quedaban libres para la entrada del lateral, pero ni Arbeloa ni Coentrao tenían la profundidad defensiva para romper ni Filipe ni Juanfran se despistaron en su marca. El Madrid no era capaz de superar esta línea de presión, teniendo que asumir mucha precisión y mucho riesgo para poder hacerlo. Por delante ni Ronaldo ni Benzema fueron capaces de romper líneas bajando a recibir.
Las ayudas defensivas en el centro del campo rojiblanco
Si en algo se basan los partidos del Atlético contra los grandes es por el sacrificio defensivo que realiza todo el equipo en bloque y las constantes ayudas que se suceden en todas las zonas del campo. Diego Costa y Villa eran los encargados de comenzar la presión llegando a aparecer por detrás de la línea del centro del campo. Obligaron en numerosas ocasiones a Ramos y a Pepe a salir en largo. Gabi y Tiago aparecían por detrás, como mediocentros, realizando un gran despliegue tanto para encimar las recepciones de los medios madridistas como para cerrar el juego entre líneas del Real Madrid. Tiago fue uno de los más destacados apareciendo como hombre más atrasado del centro del campo recuperando balones constantemente para ofrecer una salida fácil en corto sobre un jugador libre. En el extremo izquierdo aparece un Koke que fue clave en el transcurso del partido. Estuvo muy atento sobre las recepciones de Di María en la primera parte y de Bale en la segunda, pero si por algo destacó fue por sus constantes ayudas tanto al mediocentro, por dentro, como a Filipe, por fuera. En ataque también brilló como asistente de Diego Costa en el gol y como lanzador de un disparo al larguero en la segunda parte después de una acción individual. En el otro costado Arda Turan también estuvo muy intenso en la presión sobre Isco y sobre las caídas de Ronaldo a la banda izquierda. Fue muy importante tras recuperar el balón la capacidad que tuvo para mantener el balón ante la presión blanca recibiendo faltas que cortaban el ritmo del juego o sacando el balón limpiamente.
La poca actividad de la delantera blanca
Si algo se echó en falta en el ataque madridista en campo contrario fueron las apariciones de los delanteros en posiciones retrasadas para generar superioridades o buscar la espalda a los mediocentros atléticos. Benzema estuvo muy fijado arriba apareciendo poco en el apoyo y superado por alto por Godín en los balones en largo que le enviaban y Miranda en la anticipación. En sus escasas apariciones entre líneas no consiguió progresar. Cristiano Ronaldo estuvo más móvil, cayendo sobre la banda izquierda y apareciendo por el centro intentado aumentar el ritmo de una circulación madridista que no fue fluida. Desde la banda izquierda tuvo sus acciones más destacas buscando la acción individual y el disparo. Más que el gol buscó una reacción tanto en sus compañeros como en la afición.
Diego Costa fue un incordio ante Pepe y Ramos
Diego Costa le dio vida al Atlético tras cada recuperación de balón fajándose en cada acción con los dos centrales blancos y ganándoles en muchas de ellas. El delantero rojiblanco estuvo muy activo tanto en la recepción por alto como en el pase a la espalda de los defensas. Su lucha con los defensas, como siempre que se enfrenta a un gran equipo fue épica, y en esta ocasión demostró que se encuentra al nivel de los mejores delanteros del mundo. Villa apareció por detrás suyo y realizó un gran trabajo sobre los mediocentros permitiéndole recibir más liberado en la punta de ataque.
Los cambios de Ancelotti no mejoraron al equipo
En el descanso el técnico italiano buscó una reacción de su equipo sin variar posiciones con dos cambios de jugador por jugador. Modric entró por Illarramendi y Bale por Di María. Modric arriesgó más en la salida de balón, pero no consiguió superar a Tiago y a Gabi en el centro del campo. Lo que propició la entrada del croata fue que Khedira se pudiera soltara más y apareciera profundizando la banda derecha. Bale no entró en el juego de forma regular y la marca que recibió fue muy incisiva. Buscó las diagonales hacia adentro cada vez que encontraba el mínimo espacio pero primero se encontraba con Koke. Filipe le realizaba un dos contra uno al momento. Si el galés era capaz de superar esta marca se encontraba con Tiago que recuperaba el balón. La escasa presencia de Arbeloa profundizando la banda hizo que Filipe pudiera dedicarse en exclusiva a Bale. La última entrada fue la de Morata en lugar de Isco, desplazando a Cristiano Ronaldo a la banda izquierda. El Madrid comenzó a jugar más directo sobre los delanteros, pero la solidez de Miranda y Godín continuó vigente. El canterano blanco estuvo muy móvil bajando a recibir entre líneas y buscando la recuperación en la circulación por el centro del campo del Atlético. En ataque dispuso de la mejor ocasión con un remate acrobático que se marchó cerca del palo.
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