Partidazo de nuevo el que pudimos disfrutar entre los actuales campeones de la Bundesliga y de la Liga BBVA. Como en Alemania el primer tiempo fluyó por unos cauces en los que el Dortmund se encuentra en su salsa: intensidad, verticalidad y un carácter emocional que hace crecerse al equipo de Klopp en este tipo de partidos. El encuentro disputado el martes en el Santiago Bernabéu no fue más que la constatación de un pase a Octavos de final por parte de ambos equipos de forma muy merecida. Dortmund y Madrid acabaron contentos, ya que el primero se afianza en el liderato del grupo y el segundo consiguió un empate en los últimos minutos muy valioso para dejar completamente descolgado al Manchester City y al Ajax.
Ambos equipos salieron con su habitual 4-2-3-1 de inicio. Mourinho dio entrada a Arbeloa en la izquierda, recuperado de su lesión, dejando como en los últimos encuentros el puesto de central a Pepe y a Varane y el lateral diestro a Sergio Ramos. Modirc actuó en el mediocentro en lugar de un lesionado Khedira y arriba Higuaín se aprovechó de los problemas físicos de Benzema para salir de inicio. Klopp, por su parte, salió con su habitual once en el que solo destacaban las entradas de Gundogan y de Grosskreutz en lugar de Bender y de un Blaszczykowski que continúa lesionado.
El partido comenzó con una imagen parecida al encuentro disputado hace dos semanas en el Signal Iduna Park. El Madrid intentaba proponer el juego saliendo desde atrás, mientras que el Dortmund buscaba las contras con una presión muy adelantada comenzada por Gotze y por Lewandowski. El Real Madrid sufría para avanzar metros y para encontrar líneas de pase por delante, mientras que el cuadro alemán creaba peligro sobre la meta de Casillas. Ozil debía de ser el hombre que liberara a Modric y a Xabi Alonso de esta presión tan intensa. Kehl adelantaba su posición para situarse en ocasiones a la altura de Gotze y de Grosskreutz, mientras que Gundogan estaba más centrado en realizar coberturas a las bandas. Por el centro se originó un espacio entre el centro del campo y la línea de centrales sobre el que Ozil podría haber castigado al cuadro alemán, bien obligando a retrasar su línea de presión, o bien penalizándole con llegadas a la meta de Weidenfeller. Con el alemán desactivado y sin salidas por dentro el Madrid confiaba todo su juego de ataque en las diagonales de Cristiano Ronaldo y de Di María. La buena situación del Dortmund en defensa y la poca aportación de Ramos y de Arbeloa en ataque ante las continuas amenazas de Reus y de Grosskreutz en banda provocaron que las llegadas no fueran nada claras. Arriba un Higuaín tocado apenas recibió balones. El Dortmund tuvo dos opciones con las que llegar a la portería de Casillas durante la primera parte y en ambas superaron a la defensa madridista. La primera opción era la contra sobre la pérdida madridista. La movilidad de Gotze y sus combinaciones con Reus desajustaron a la defensa blanca en numerosas ocasiones. Por banda izquierda el vertical Grosskreutz buscaba la espalda a Ramos. De esta forma Reus adelantó a su equipo en el minuto 28. El Madrid no tardó en responder y seis minutos después puso el empate por medio de Pepe a la salida de un corner. A pesar del empate el Borussia continuó dominando el partido y en esta parte con la salida en largo sobre Lewandowski. La superioridad aérea del polaco sobre Varane propició una buena vía de salida para el Dortmund cuando sus recuperaciones de balón no eran demasiado cercanas al área. En el minuto 45 gracias a un envío en largo sobre Lewandowski consiguió el empate por medio de un Arbeloa que pugnaba con Gotze por hacerse con el balón.
Como hemos mencionado anteriormente la salida del Madrid fue la clave sobre la que se gestó este primer tiempo, al igual que gran parte del encuentro de ida. La entrada de Modric en el once en lugar de Essien respondía a una mejora en la circulación de balón para minimizar el número de pérdidas y tener más asociaciones por dentro con Ozil. En el planteamiento la entrada del croata estaba clara pero en la práctica no tuvo los resultados esperados. Modric y Alonso aparecieron en paralelo en la base de la jugada, bastante separados y con un dos contra dos constante contra Gotze y Lewandowski más las ayudas de Kehl. Alonso se limitaba a jugar en paralelo con Modric y el croata, mucho más vertical que el español, se veía obligado a tener que avanzar metros. La esperada conexión con Ozil no llegó ante la poca participación del mediapunta alemán, que no consiguió aparecer ni por delante ni por detrás de los mediocentros. Por tanto la sociedad Modric- Ozil que debía liderar al Madrid sucumbió por la intensa presión del Dortmund y por la separación que hubo entre ambos. Por bandas Ramos y Arbeloa tampoco apoyaron a los medios saliendo por las bandas por lo que el Madrid se ahogó en esta zona del campo.
La segunda parte comenzó con dos cambios en el Madrid y con uno en el Dortmund, no de jugadores, sí de intenciones. Mourinho dio entrada a Callejón y a Essien en lugar de Higuaín y de Modric. El sistema madridista se mantuvo porque Ronaldo pasó a jugar como hombre más adelantado. Ante las pérdidas de Modric en salida de balón el técnico madridista optó por ser más vertical e intenso en el centro del campo con la entrada del ex del Chelsea. Klopp replegó a su equipo permitiendo al Madrid jugar con más comodidad en campo contrario.
La entrada de Callejón fue la mejor noticia del partido para el Madrid y es que el canterano ofreció una profundidad que no había encontrado en toda la primera parte. Tuvo tres ocasiones en el primer cuarto de hora, en una salida muy típica del Madrid en Champions. La primera acabó en gol anulado por fuera de juego, la segunda se marchó cerca del palo y la tercera fue parada por Weidenfeller. Gran parte de culpa de esta salida en tromba del Madrid fue suya. Otro que tuvo parte de esta culpa fue un Ronaldo que realizó el trabajo sucio para que Callejón se plantara ante el meta alemán. Partiendo desde el centro su movilidad fue constante en la segunda parte propiciando unos espacios de los que se aprovechó en gran medida Callejón. Como vemos en la jugada del gol anulado Ronaldo cae sobre la banda izquierda y Callejón aprovecha el espacio por el centro para atacarlo. Piszczek no cierra con totales garantías ante la presencia del portugués en banda y Subotic pierde por un momento su referencia inicial que en este momento pasa a ser el español. Un momento de confusión que deja a Callejón cara a cara con el portero.
Pero no solo de este cambio de posiciones vivió el Madrid en la segunda parte. Ozil comenzó a aportar la movilidad que se le espera cayendo sobre la banda derecha, permitiendo a Di María desbordar por dentro. El argentino también dispuso de varias ocasiones que no encontraron portería. En este comienzo de segundo tiempo el Borussia se vio completamente superado. Conforme avanzaban los minutos el Madrid fue apagándose poco a poco conocedores de la dificultad de mantener este nivel de intensidad durante los cuarenta y cinco minutos. Las apariciones sobre la meta de Weidenfeller dejaron de llegar con tanta asiduidad. El Dortmund no pudo replicar al Madrid en toda la segunda parte ya que el equipo se centró en el trabajo defensivo y las recuperaciones en posiciones más lejanas que en la primera parte impidieron salidas en largo para que los mediapuntas inventaran algo. La presencia de Essien en el centro del campo limitó todavía más estas transiciones. Hasta el minuto 74 no realizó Klopp su primer cambio dando entrada a Bender en el centro del campo en lugar de Reus. Mourinho que necesitaba puntuar si no quería jugarse el pase en Manchester dio entrada en el minuto 77 a Kaká en lugar de Arbeloa. El Madrid pasó a jugar con un 3-4-1-2 con Pepe, Ramos y Varane en defensa, Alonso y Ozil en el mediocentro, Kaká en la mediapunta, Essien por banda derecha, Di María por izquierda y arriba Callejón y Cristiano Ronaldo. El Bernabéu se volcó con el equipo en los últimos diez minutos buscando un arreón final que les diera el empate o incluso la victoria. Klopp que se veía superado físicamente dio entrada a Perisic en lugar de Gundogan. Gotze pasó a jugar en banda derecha con menor trabajo defensivo y el croata ocupó la mediapunta siendo el principal defensor de la salida de balón del Real Madrid. Los minutos pasaban y las ocasiones no llegaban. No llegaron hasta el minuto 89 cuando Ozil empató el partido con un disparo de falta colocado al palo. El partido no dio más de sí. Klopp dio entrada a Leitner en lugar de Gotze para evitar otra remontada épica del Madrid que esta vez no llegó.
El empate deja a los dos equipos en lo más alto del clasificación con el pase a Octavos de final bastante encarrilado. El Borussia Dortmund es líder con ocho puntos seguido del Real Madrid con siete. Con cuatro en puesto de Europa League está el Ajax. Cierra con dos un Manchester City prácticamente eliminado.
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