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viernes, 4 de octubre de 2013
Primer aviso del Bayern
Bayern y City se encontraban en el partido, hasta este momento, de mayor nivel de la Champions League. Similitudes y diferencias se encontraban entre dos equipos que no acababan de comenzar la temporada todo lo bien que esperaban, pero el resultado fue inesperado. El City llegaba al partido con la intención de resarcirse de la derrota del sábado ante el Aston Villa y mostrar una cara parecida a la del derbi de Manchester. El Bayern, por su parte, llegaba con una tendencia ganadora en el último mes, pero dejando dudas en su juego. Dudas que hoy no lo son tanto después de la superioridad con la que se impuso en el marcador, dominando desde el principio hasta los últimos minutos. El Manchester City salió con una importante falta de intensidad tanto en defensa como en ataque y acabó cayendo sin tener prácticamente opción a réplica.
Pellegrini salió con su 4-4-2 habitual en el que sorprendió con la entrada de sus laterales, con perfiles muy distintos. Clichy, más defensivo que Kolarov le sustituyo en la izquierda, mientras que Richards, con mayor potencia física que Zabaleta entró en la derecha. También destacó la presencia de Nasri en lugar de un Silva que no está preparado para noventa minutos y la de Dzeko en lugar de un Negredo que viene llamando fuerte a la puerta de la titularidad. Guardiola, por su parte, salió con su 4-3-3 habitual en el que la novedad fue la entrada de Muller como delantero centro en detrimento de Mandzukic.
Intensidad con y sin balón del Bayern
El Bayern jugó su mejor partido de la temporada. Alternando cualidades de Heynckes como la verticalidad a los espacios y la velocidad en las transiciones con la presión tras pérdida y el toque rápido en espacios reducidos generando superioridades de Guardiola dominó por completo el partido. La intensidad con la que jugó cada disputa fue clave para que el Bayern se impusiera en el juego. Consiguió ser muy vertical saliendo rápidamente desde atrás, superando las líneas del City sin problemas y llegando a portería con mucha regularidad. Pero donde destacó el equipo de Guardiola fue en la presión tras pérdida saliendo rápidamente sobre el receptor buscando la superioridad para recuperar rápido el balón. Adelantó mucho sus líneas dejando amplios espacios a la espalda de la defensa que no pudo aprovechar el City ante la incapacidad para conectar con Agüero y Dzeko. Todas las posesiones morían en balones largos de los centrales sobre los delanteros que no conseguían ganar y en los pies de Fernandinho y Touré Yayá que no conseguían encontrar pase libre. Otro aspecto en el que destacó el Bayern fue en la victoria en los balones divididos tanto en defensa, como en el centro del campo como en área rival. El trabajo de los centrales, de Schweinsteiger en el centro del campo y de Muller en la delantera fue clave.
Combinaciones en corto por banda para generar superioridades
Otro aspecto destacado del Bayern fue la fácil salida de balón por las bandas con las constantes subidas de los laterales, la presencia de los extremos y la caída de algún medio o del delantero. Los laterales salían desde atrás con el balón controlado previo pase de Lahm o de Schweinsteiger y doblaban por dentro a los extremos que partían pegados a la línea. Tanto Ribery como Robben buscaban la acción personal con su típica diagonal hacia adentro para combinar o finalizar. En la derecha vimos una versión de Rafinha más agresiva que a lo largo de la temporada. Estaba destacando por situarse como un interior en campo contrario ofreciendo apoyo en corto, pero sin progresar en el juego. Ayer se atrevió a caer más sobre la banda y a buscar con el pase una mejora de la jugada. Las caídas de Muller fueron claves para generar la superioridad y batir la línea defensiva del City con facilidad. Nasri, que no defendía con total intensidad y Clichy, que realizó un partido bastante decepcionante a nivel defensivo no fueron obstáculo para los hombres de la banda derecha del Bayern. Además la movilidad de Kroos y Schweinsteiger entre líneas y las incorporaciones del extremo contrario al ataque impedía a los mediocentros y centrales ingleses ayudar en banda. Por la izquierda Alaba y Ribery fueron los principales desequilibrantes en el primer tiempo superando también con contundencia a Richards y a Navas. Fueron ambos muy potentes en sus apariciones y alternaron muy bien sus doblajes por dentro o por fuera dificultando la lectura de los defensas. En la segunda parte, con el City adelantando su línea defensiva el Bayern dispuso de espacios a la contra que Robben y Muller dinamitaron.
La movilidad de Ribery, Robben y Muller
El éxito del juego por bandas llegó gracias a la movilidad constante de los hombres de ataque a la espalda de los mediocentros ingleses.
Muller realizó un gran trabajo en los balones divididos por alto, ganando claramente a Nastasic y generando posesiones en campo contrario. Estuvo también muy activo en el apoyo en corto en la circulación entre líneas de espalda a portería, además de buscar ganar la espalda a los centrales en primera oleada o llegando desde segunda línea. Cayendo sobre su banda preferida, la derecha, consiguió combinar con Robben y con Rafinha permitiéndoles aparecer por dentro al ocupar él su posición.
Robben y Ribery estuvieron muy activos con balón y sin él. Cuando el juego transcurría por una banda el contrario buscaba la aparición por dentro para ofrecer apoyo en corto y llegada al área al centro lateral.
La escasa salida del Manchester City
El Manchester City tardó muchos minutos en tener el balón con regularidad, sin necesidad de arriesgarlo. La intención al comienzo del partido de Pellegrini era la de situar a Touré en la mediapunta buscando la espalda a los medios alemanes. Pero conforme avanzaba la primera parte el costamarfileño tuvo que retrasar la posición ya que el City estaba más tiempo defendiendo que atacando y no pudo brillar con sus conducciones por dentro abarcando mucho campo. Fernandinho y él eran los principales receptores del pase de los centrales o de la recuperación del balón, pero la distancia entre ellos y la delantera y la cantidad de líneas alemanas que debía superar eran muy grandes como para hacerlo con éxito. Schweinsteiger y Kroos, además de las ayudas del extremo correspondiente, se lanzaban sobre ellos nada más recibir el balón y se veían obligados a rifarlo para no perderlo en una zona tan peligrosa. Los centrales tampoco encontraban pase fácil y la presencia del siempre peligroso Muller les obligaba a mandar el balón en largo sobre los delanteros. Dzeko tuvo muchos problemas para ganar los duelos aéreos, y Agüero buscó aparecer por detrás. Al igual que Navas y Nasri la mediapunta del City no pudo romper ni por dentro ni por fuera, ya que en las pocas ocasiones en las que podían recibir Lahm cerraba bien el espacio.
El último cuarto de hora del City
Los cambios de Pellegrini dieron el resultado esperado, y aprovechando el bajón de intensidad y de atención del Bayern el Manchester City dispuso de su mejor momento en el partido y estuvo cerca de dar una sorpresa. La salida de Silva activó el juego interior de los ingleses, bajando a recibir, permitiendo a Touré avanzar metros ganando la espalda a Lahm. Pero en el aspecto que más destacó el equipo fue en la presión a la salida del Bayern generando superioridades en las bandas para recuperar con facilidad. Así llegó la recuperación en una jugada que finalizó Negredo tras un gran giro sobre Boateng. El City fue más vertical y se quedó cerca de anotar un 2-3 que abriera el partido durante los pocos minutos que faltaban. Unos minutos pésimos para un Boateng que después de sufrir el regate de Negredo fue expulsado por llegar tarde a cortar una incorporación de Touré Yayá.
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