Doce años después, y con una de las plantillas más completas de Europa, Bélgica estará en el Mundial tras deshacerse en Croacia de una selección que deberá ir a la repesca si quiere estar en Brasil. Bélgica ha sido la clara dominadora del grupo, y a pesar de la presión que tenía ha logrado el pase con cierta solidez. La victoria ayer se cimentó en una buena situación defensiva en el centro del campo y una potencia arriba decisiva de Lukaku que definió las pocas ocasiones que tuvo el equipo. En la segunda parte Bélgica retrasó su línea defensiva, disminuyó la intensidad y acabó sufriendo para hacerse con el triunfo.
Stimac salió con defensa de tres centrales, dos carrileros con mucha llegada y dos mediapuntas actuando constantemente por dentro. Wilmots, por su parte, dio entrada a Lombaerts en lugar del lesionado Kompany y situó un trivote con Fellaini a la altura de Defour.
Solidez defensiva en el centro del campo de Bélgica
Bélgica salió con la intención de dejar la posesión a Croacia para aprovechar la velocidad a los espacios de la defensa de Lukaku. Fellaini se situó a la altura de Defour para salir sobre las recepciones de Modric y Kovacic por delante de la defensa. La presión era muy intensa buscando la recuperación e impidiendo que los mediocentros pudieran girar sobre sí mismos y conectaran con los mediapuntas. Witsel también realizó un buen trabajo impidiendo que Perisic y Rakitic recibieran a su espalda. Lukaku fue el único jugador belga que no trabajó en defensa. Ante las escasas opciones para salir por dentro Croacia buscó por fuera la opción de encontrar profundidad. Strinic fue quien más lo intentó durante el primer tiempo por banda derecha, pero la escasa presencia de Rakitic en la banda le impidió realizar la superioridad. El carrilero se encontraba ante De Bruyne y Alderweireld con pocas opciones de llegar hasta la línea de fondo. Por la izquierda Vrsaljiko apareció en la segunda parte encontrando algo más de profundidad con el retraso de la línea defensiva belga. Bélgica dominó claramente la primera parte recuperando muchos balones en la línea de interiores o de extremos para conectar fácil con Lukaku.
Problemas para encontrar espacios interiores
Croacia buscó tener el balón con un doble pivote bastante técnico, pero de poco oficio para trabajar tras pérdida. Modric sufrió para encontrar pase a la espalda de los interiores y Kovacic no tuvo tanta trascendencia en esta salida. Rakitic y Perisic actuaron por dentro, prácticamente en paralelo, sin abrir el campo y sin posibilidad de generar superioridades. Ambos actuaron a la misma altura, pero fueron incapaces de entrar en contacto con el balón. No bajaron a recibir y sus caídas a banda fueron muy irregulares y sin posibilidad de crear peligro. El pase interior sobre ellos dos requería un efectividad y un tacto muy fino para que el trivote belga no se hiciera con el balón, algo que fue desbaratado por el trabajo de los interiores en la presión y de Witsel en el corte. Arriba Mandzukic no encontró pase ni largo ni lateral entre Lombaerts y Van Buyten y sus caídas a banda tampoco permitieron progresar al equipo. Intentó salir más en la primera parte por banda izquierda en la que Strinic se encontró con la presencia de un De Bruyne que le superó en alguna acción y con el que sufrió en las incorporaciones al ataque. A Croacia le faltó amplitud por las bandas y mayor movilidad en campo contrario para desajustar la defensa belga. En defensa sufrió con las rápidas incorporaciones de los atacantes a la espalda de los tres centrales.
Los ataques de Lukaku a los espacios
Lukaku fue el gran artífice de materializar las recuperaciones belgas en campo contrario con jugadas personales en las que se deshizo claramente de los defensas croatas tanto en velocidad como en intensidad. En el primer gol se aprovecha de un error en la entrega de Perisic para atacar la espalda de Lovren y Corluka, mientras que en el segundo gana por fuerza a Kovacic en la carrera tras una salida a la contra desde el área contraria. Muy activo en fase ofensiva estuvo De Bruyne en sus apariciones generando peligro en sus llegadas. Hazard estuvo más discontinuo pero sus recepciones dotaron de mucha calidad al ataque belga y sus pases permitieron a Lukaku recibir en posiciones ventajosas.
La segunda parte de Croacia
Stimac dio salida en el descanso a Kalinic por Perisic. El jugador del Dnipro se situó en la misma posición que se encontraba el del Wolfsburgo, pero pudo entrar más en contacto con el balón. Bélgica retrasó su línea defensiva y disminuyó la intensidad con la que se encimaban las recepciones de Modric y Kovacic, pudiendo conectar más fácilmente con la mediapunta. Rakitic comenzó a aparecer retrasando su posición, mientras que Kalinic buscó el desmarque a la espalda de los centrales tras sus recepciones en corto. El partido estaba cambiando, y Vrsaljiko apareció para dar profundidad a su selección. Sus incorporaciones permitieron a Kalinic y a Mandzukic enfrentarse por alto a los centrales belgas. Vukojevic fue el siguiente en entrar en el cuadro croata en lugar de un Kovacic que pasó inadvertido. Ante la sobrecarga de las bandas que estaba realizando Croacia Wilmots decidió reforzarlas dando entrada a Mirallas y a Chadli en lugar de De Bruyne y Lukaku. Hazard pasó a formar como delantero centro, perdiendo Bélgica la posibilidad de sorprender a la contra y permitiendo a los croatas adelantar sus líneas. El cambio decisivo de Stimac fue el de Kranjcar por Rakitic. El jugador del Dinamo Kiev dio mucho dinamismo y llegada al área, siendo el autor del gol croata. Quedaban siete minutos y Bélgica tenía renta suficiente para hacerse con el punto que le daba el pase al Mundial, pero Croacia iba a apretar hasta el final. Dembele entró en lugar de Defour para dar aire fresco a un centro del campo que sufría con los centros al área croatas. Al final el cuadro belga aguantó y selló la clasificación para Brasil 2014 en una segunda parte que dejó muchas más dudas que virtudes en Bélgica.
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