El Milán presentó su habitual 4-4-2 con Emanuelson y Pato en lugar del lesionado Boateng y el sancionado Ibrahimovic respectivamente. Antonini ha pasado a ser habitual en el lateral izquierdo en los partidos importantes. La Juve salió con un 3-5-2, con tres centrales en línea defensiva, un trivote bastante ofensivo y asociativo, dos carrileros presentes tanto en ataque como en defensa y dos puntas arriba con la novedad de la titularidad de Borriello y Quagliarella en detrimento de Matri y Vucinic.
El partido comenzó con claro domino local. Empezó con mucha intensidad presionando la salida de balón juventina aprovechando el juego directo y la llegada de sus centrocampistas. El partido se situó en un contexto favorable al Milán al que la Juve no está acostumbrada. El Milán pasó por encima creando peligro tanto en disparos lejanos como en jugadas a balón parado. Las opciones de su juego eran abundantes, entraba por fuera aprovechando la amplitud de los laterales y por dentro aprovechando las bajadas de Robinho a recibir entre líneas y desajustar la defensa juventina. Nocerino, al cuarto de hora, adelantó a los locales de un disparo lejano que rebotó en la espalda de un defensa de la Juve. Tras este gol el Milán continuó dominando el partido, acentuando su dominio en el centro del campo cerrando muy bien la salida de balón de Pirlo que en ningún momento se mostró a gusto y con facilidad para encontrar el pase fácil. Las salidas casi siempre eran en largo por medio de Estigarribia que en ningún momento dieron sensación de peligro. Un punto de inflexión en el partido fue el gol anulado a Muntari que, tras varios rechaces, consiguió rematar en el área pequeña, el balón entró pero Buffon lo despejó rápidamente sin que ni el árbitro ni el linier pudieran ver que el balón había entrado. En la jugada posterior Estigarribia tras jugada personal estuvo a punto de empatar el partido pero Abbiati sacó una mano soberbia evitando el gol.
La segunda parte comenzó con la entrada de El Shaarawy en lugar del brasileño Pato. El Milán seguía dominado el partido con un gran Robinho generando la mayor parte del peligro milanista. La Juventus fue mejorando con las entradas de Pepe y Vucinic en lugar de Estigarribia y Borriello lo que supuso un cambio en el sistema al pasar a jugar con un 4-3-3 con mayor presencia de las bandas en ataque, pero sobre todo mejoró cuando entró Ambrosini en lugar de Emanuelson en el Milán y el equipo empezó a replegarse dejando el dominio a los visitantes. Pirlo comenzó a llevar la batuta del partido aunque muy poco acompañado por sus compañeros, sobre todo por Marchisio y Vidal, desaparecidos en gran parte del partido. Las llegadas eran mediante centros laterales que pocas veces llegaban a ser rematados y cuando lo eran ahí estaba Abbiati para evitar el gol. Con la entrada de Matri la Juve encontró al jugador que necesitaba para crear realmente peligro. Primero le anularon un gol legal en el que consiguió ganar la espalda a la defensa y posteriormente aprovechó un centro lateral para empatar el encuentro. La expulsión de Vidal en los últimos minutos obligó a la Juventus a tener que replegarse para evitar el segundo del Milán y seguir dependiendo de ellos mismos para llevarse el título.
Con este empate todo continúa igual. El Milán es líder un punto por encima de la Juve que tiene un partido menos que recuperará el miércoles 7 de marzo ante el Bolonia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario