Las semifinales llegaron a su fin y las sorpresas se sucedieron a lo largo de la semana. Cuando estaba cantado el duelo Madrid- Barça en la final aparecieron Chelsea y Bayern para interponerse en sus caminos y disputar una final totalmente inesperada para todo el mundo. Dos equipos que han conseguido dar la sorpresa desde dos formas muy distintas de afrontar sus eliminatorias. El Chelsea esperó al Barça en el área y confió en jugadas a la contra para ganar a los azulgranas. El Bayern planteó un partido al ataque saliendo a buscar al Madrid, sin especulaciones. Ahora resumiremos los dos partidos:
BARCELONA 2 - CHELSEA 2
En el Camp Nou el actual campeón de Champions se enfrentaba en casa al Chelsea con la intención de remontar un 1-0 en contra. Los londinenses, por su parte, querían mantener el resultado para volver a estar en una final después de la de 2008. Guardiola salió con su esquema habitual en los últimos encuentros, conociendo las intenciones defensivas del Chelsea, 3-3-3-1. En la defensa destaca la entrada de Piqué en lugar de un Alves que comenzó en el banquillo. La línea de tres centrocampistas estaba formada por Busquets, Xavi y Fábregas, con éste último cada vez más centrado en labores creativas que en llegadas al área. Messi actuaba en la mediapunta, secundado por Iniesta y Cuenca en bandas, por detrás de Alexis, que actuaba de nueve. Di Matteo salió con un 4-3-3 repitiendo el once de la ida. El partido marchó según lo esperado, con ataques constantes del Barça y cerrojazo atrás en el Chelsea. Los primeros minutos estuvieron marcados por la primera ocasión de Messi tras una gran triangulación con Alexis, en una de las pocas oportunidades en las que el cuadro azulgrana logró ganar la espalda al cuadro inglés, y dos lesiones importantes. Primero fue Cahill, el que al intentar cortar un balón se marchara lesionado dando entrada a Bosingwa, lo que obligó a Di Matteo a tener que situar a Ivanovic como central. Piqué, pocos minutos depués, sufrió un aparatoso encontronazo con Valdés y también tuvo que marcharse del campo, dando entrada a Alves, pasando a jugar el brasileño en derecha y Mascherano en el centro. Poco a poco el dominio del Barça se iba acentuando cerrando en el área a un Chelsea que tan solo dejaba arriba a Drogba para sorprender a la contra. La defensa fue muy parecida a la de la ida, con una línea de cuatro muy junta y cerrada sobre el área, con los dos extremos ocupando los laterales y con los tres centrocampistas situados por delante de los centrales, evitando el juego por dentro del Barça y impidiéndole espacios a Messi en cuanto recibía. La única opción para crear peligro llegaba por medio de lanzamientos lejanos, como el de Mascherano que se marchó por encima del larguero. Encontrar la espalda a la defensa era una tarea prácticamente imposible debido a la acumulación de hombres y a lo retrasado que defendían. A partir de la media hora de encuentro hasta el minuto 45 ocurrieron los mejores momentos del Barça en el encuentro y en la eliminatoria. A los 35 minutos Busquets aprovechó un centro de Cuenca tras un corner para empatar la eliminatoria. Dos minutos después Terry fue expulsado debido a una entrada sin balón en juego que impedirá al jugador inglés estar presente en la final. Ante esta nueva situación el Di Matteo tuvo que recomponer la defensa y todo el esquema táctico. Bosingwa pasó a jugar de central, junto a Ivanovic, y Ramires le sustituyó en el lateral derecho. Drogba, a su vez sustituyó el puesto del brasileño y el Chelsea jugó toda la segunda parte sin un delantero. En el minuto 43 para redondear el buen momento azulgrana, Iniesta, después de una combinación con Messi ponía el 2-0 que se presumía defeinitivo. Con un Camp Nou deseoso de llegar al descanso para poder celebrar el resultado llegó Ramires para batir a Valdés con una sutil vaselina a la contra aprovechando un gran envío en largo de Lampard.
La segunda parte continuó con el guion previsto. Al Barcelona no le valía el resultado y necesitaba un gol más para poder estar en Munich. La suerte para los azulgranas llegó pronto. En el minuto 48 Drogba derribaba a Fábregas en el área y el arbitro señalaba penalti. Messi lo tiró y sorprendentemente lo falló. A partir de este momento el argentino comenzó a diluirse en el encuentro, apareciendo mucho menos, sin ofrecer desequilibrio al equipo. El Barça siguió intentándolo, moviendo el balón, abriendo el juego a las bandas, sin poder desbordarlas, volviendo a jugar al centro, buscando un desajuste en la defensa londinensa que no llegaba. En el minuto 58 fue Di Matteo el primero en mover fichas en la segunda parte dando entrada a Kalou en lugar de un Mata al que el transcurso de la eliminatoria no ha sido favorable para su juego de toque. Guardiola dio, poco después, entrada a Tello en lugar de un Cuenca que tuvo cinco minutos antes una gran ocasión que le sacó Cech. El chaval entró para aportar frescura al ataque del Barcelona, entrando por la banda derecha intentando desbordar a Ashley Cole, pero los centros laterales tampoco daban resultado a un Barça al que cada vez le quedaba menos tiempo para solucionar el partido. Keita entró en lugar de Fábregas en el minuto 74 como la última opción para lograr el gol de la victoria. Se situó entre líneas esperando alguna segunda jugada para aprovechar su poderío físico. Ahora Tello pasó a jugar en la banda izquierda dejando a Alves la derecha. Di Matteo dio entrada a Torres en lugar de un Drogba que llegaba tocado el encuentro y cuyo desgaste físico fue espectacular, ya que en los balones largos pocas veces pudieron ganarle la jugada. Quedaban diez minutos el Barça tenía que acabar con todo en el área inglés buscando un gol que le diera el pase a Munich. En el 82 llegó el esperado gol, fue Alexis, pero su asistente Alves se encontraba en fuera de juego por lo que habría que seguir remando para encontrar otro. Al minuto siguiente Messi tuvo la ocasión de reivindicarse tras el penalti fallado, pero el palo de nuevo se interpuso en su objetivo. El ataque del Barça era intensivo, Puyol se había situado de delantero centro y Mascherano de mediapunta esperando una segunda jugada. Ésto hizo que en le minuto 92 Torres hiciera el 2-2 definitivo en una contra en la que no encontró oposición alguna poniendo al Chelsea en un final inimaginable y dejando al Barcelona en la cuneta dos años después de que lo hiciera el Inter tras un planteamiento similar.
REAL MADRID 2 - BAYERN MUNICH 1
![FC Bayern München 4-2-3-1 football formation](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_tHeYYdZvS7Hx95HM3HfynoNi9hmskXKqhwZqkDCuNR0wjN_OgVt4HFB1DmBe3AOJnxwxxyyBf7ToFAwTzcsuvfTsG5eFShoNmExuYqGnN-LMhTv3Cr6Zi-5_cYQIauo474u3TuYxQqNow34llDdw=s0-d)
En el Santiago Bernabéu el Madrid llegaba con la clara mentalidad de remontar el 2-1 en contra que se traía de Munich con el apoyo de una grada entregada al equipo. Volver tras diez años a una final de Champions era un estímulo bastante importante como para que la gente apoyara al equipo. El Bayern, por su parte, soñaba con mantener una ventaja que les haría poder disputar la final en su estadio. Mourinho salía con el mismo once que en la ida exceptuando la entrada de Marcelo en lugar de Coentrao. Heynckes repitió el once de la ida volviendo a dar entrada a Kroos en lugar de Muller. El partido comenzó con claro dominio madridista, que alentado por el espíritu de las remontadas salió muy metido en el encuentro,con un juego rápido y directo. A los cuatro minutos Cristiano Ronaldo, de penalti, adelantó al Madrid debido a una mano de Alaba a centro de Di María. El Bayern quiso entrar en el partido explotando al máximo el juego por bandas. Robben a los ocho minutos tuvo una clara ocasión a centro de Kroos, pero su remate se marchó arriba. Pero el Madrid seguía siendo dueño del partido jugando a la contra. Las recepciones de Benzema fue uno de los aspectos más destacados en los primeros minutos. Otro aspecto importante fue la presión ejercida por el Madrid en campo contrario ahogando las salidas de balón por medio de Schweinsteiger y Luiz Gustavo. En el minuto 14 los blancos realizaron el segundo gol. Su autor fue de nuevo Ronaldo al aprovechar una asistencia de Ozil. El Real Madrid tenía el partido en un contexto idóneo para estar en la final. Incomprensiblemente el equipo se vino atrás y dejó todo el dominio al Bayern. A partir de una superioridad creada en el centro del campo gracias a ayudas de Kroos los alemanes comenzaron a crecer en el partido. Por momentos llegó a parecer un 4-3-3 con Schweinsteiger como pivote y Luiz Gustavo y Kroos como interiores. A ésto hay que añadir las apariciones de Robben por dentro que propiciaban caídas a banda de Kroos y subidas de Lahm. Por la otra banda Alaba también comenzaba a aparecer en ataque intentando servir por alto balones a Mario Gómez. Tras varios avisos del Bayern en los que Casillas y la falta de puntería evitaron el gol se produjo un penalti por parte de Pepe sobre Mario Gómez. Robben se encargó de lanzarlo y anotar el 2-1 que nos llevaba a la prórroga. Era el minuto 27 y el transcurso del partido había cambiado completamente. El Madrid pasó de tener pie y medio en Munich a tener que afrontar un encuentro dominado por el Bayern. A partir de este momento el ritmo del encuentro bajó un punto y el dominio se niveló un poco aunque siempre con superioridad del Bayern. Las transiciones de Di María fueron la principal arma de peligro del equipo local en estos momentos, aunque la mayoría de ellas no dieron resultado alguno. El Bayern continuaba fiel a su estilo saliendo con el balón jugado desde atrás por medio de los dos mediocentros haciéndoselo llegar a los mediapuntas para que lograran desequilibrios.
El transcurso de la segunda parte fue mucho más igualado que el de la primera. Estuvo marcado por el miedo a perder la eliminatoria y el bajón físico que sufrieron ambos equipos a partir del minuto 70. Las ocasiones fueron escasas pero pudimos presenciar claramente alguno de los problemas del Madrid en esta última parte de temporada, la salida de balón. Si en algunos partidos echábamos en falta que Alonso bajara a recibir y dar el primer pase esta vez si lo hizo. Se situó entre Pepe y Ramos, pero apenas dio resultado al equipo. No tenía un claro receptor del balón. Khedira no participaba en la creación de juego y los espacios entre la defensa madridista y la zona de tres cuartos eran demasiado grandes como para intentar superarla con un solo pase, debido a que Ozil, entre otros, no bajaba a recibir. El Bayern no mostró el nivel de presión de la primera parte, pero sí nos dejó detalles destacables. Cuando empezó a disminuir el físico en los dos equipos surgió la figura de Luiz Gustavo. Inconmensurable tanto en ataque dando salida de balón por medio de pase o de transiciones individuales, como en defensa cortando todo el juego del Madrid entre líneas. Si nos hemos centrado en los mediocentros para explicar el juego de cada equipo en la segunda parte la realidad es que Benzema y Robben fueron los jugadores más destacados en sus equipos. Benzema ofreció recepciones a balones largos y caídas a la banda derecha aprovechando las constantes subidas de Alaba en ataque. Robben era el encargado de desequilibrar el juego del Bayern. Se mantuvo más regular en el partido que un Ribery que fue diluyéndose conforme avanzaba el encuentro. El trabajo de Marcelo sobre Robben fue clave para mantener el resultado, al igual que el de los centrales sobre Mario Gómez que apenas pudo crear peligro en esta segunda parte. Mourinho dio entrada a Kaká buscando aire fresco en la mediapunta en lugar de Di María, por lo que Ozil pasó a jugar en la banda derecha. Se notó la falta de ritmo del brasileño que apenas aportó juego al equipo. Con el 2-1 en el marcador el partido se marchaba a una prórroga que se presumía dramática.
La prórroga estuvo marcada por el cansancio físico en los dos equipos. El Madrid fue el equipo que más peligro creó sin llegar a tener ninguna ocasión clara. De nuevo las recepciones de Benzema y las jugadas personales de Marcelo fueron las principales vías para crear peligro. El francés fue a menos a lo largo de la prórroga y fue sustituido en lugar de Higuaín en el descanso. Granero fue la última bala para Mourinho. Entró en lugar de Ozil y se situó en su puesto. Salió para amarrar la posesión, sin buscar ningún cambio a la tendencia del encuentro. El Bayern en pocas ocasiones llegó a la meta de Casillas. La bala de Heynckes, al igual que en la ida fue Muller, su único cambio. Entró en lugar de Ribery y se situó en la derecha para atacar a Marcelo, aunque no tuvo ninguna ocasión de hacerlo.
El partido llegó a la lotería de los penaltis. De este modo iba a salir el segundo finalista de esta edición de la Champions. Cristiano Ronaldo fue el encargado de abrir la tanda. Neuer le paró su disparo. Alaba lanzó por parte del cuadro alemán y anotó. Kaká lanzó el siguiente. Disparó hacia el mismo lugar que Ronaldo, Neuer también se tiró al mismo sitio, paró. Mario Gómez volvía a marcar para los alemanes. 2-0 con tres penaltis por lanzar, el Bernabéu esperaba un milagro y ahí estaba Casillas para lograrlo. Primero paró un penalti a Kroos y después otro a Lahm. Entre medias Alonso había marcado. Sergio Ramos podía poner las tablas a la tanda, pero su disparo se marchó alto. Schweinsteiger fue el encargado de lanzar el penalti definitivo que dio la victoria al Bayern, que estará en la final que se disputará en su propio estadio. El Madrid por décimo año consecutivo se queda sin disputarla.
REAL MADRID 2 - BAYERN MUNICH 1
En el Santiago Bernabéu el Madrid llegaba con la clara mentalidad de remontar el 2-1 en contra que se traía de Munich con el apoyo de una grada entregada al equipo. Volver tras diez años a una final de Champions era un estímulo bastante importante como para que la gente apoyara al equipo. El Bayern, por su parte, soñaba con mantener una ventaja que les haría poder disputar la final en su estadio. Mourinho salía con el mismo once que en la ida exceptuando la entrada de Marcelo en lugar de Coentrao. Heynckes repitió el once de la ida volviendo a dar entrada a Kroos en lugar de Muller. El partido comenzó con claro dominio madridista, que alentado por el espíritu de las remontadas salió muy metido en el encuentro,con un juego rápido y directo. A los cuatro minutos Cristiano Ronaldo, de penalti, adelantó al Madrid debido a una mano de Alaba a centro de Di María. El Bayern quiso entrar en el partido explotando al máximo el juego por bandas. Robben a los ocho minutos tuvo una clara ocasión a centro de Kroos, pero su remate se marchó arriba. Pero el Madrid seguía siendo dueño del partido jugando a la contra. Las recepciones de Benzema fue uno de los aspectos más destacados en los primeros minutos. Otro aspecto importante fue la presión ejercida por el Madrid en campo contrario ahogando las salidas de balón por medio de Schweinsteiger y Luiz Gustavo. En el minuto 14 los blancos realizaron el segundo gol. Su autor fue de nuevo Ronaldo al aprovechar una asistencia de Ozil. El Real Madrid tenía el partido en un contexto idóneo para estar en la final. Incomprensiblemente el equipo se vino atrás y dejó todo el dominio al Bayern. A partir de una superioridad creada en el centro del campo gracias a ayudas de Kroos los alemanes comenzaron a crecer en el partido. Por momentos llegó a parecer un 4-3-3 con Schweinsteiger como pivote y Luiz Gustavo y Kroos como interiores. A ésto hay que añadir las apariciones de Robben por dentro que propiciaban caídas a banda de Kroos y subidas de Lahm. Por la otra banda Alaba también comenzaba a aparecer en ataque intentando servir por alto balones a Mario Gómez. Tras varios avisos del Bayern en los que Casillas y la falta de puntería evitaron el gol se produjo un penalti por parte de Pepe sobre Mario Gómez. Robben se encargó de lanzarlo y anotar el 2-1 que nos llevaba a la prórroga. Era el minuto 27 y el transcurso del partido había cambiado completamente. El Madrid pasó de tener pie y medio en Munich a tener que afrontar un encuentro dominado por el Bayern. A partir de este momento el ritmo del encuentro bajó un punto y el dominio se niveló un poco aunque siempre con superioridad del Bayern. Las transiciones de Di María fueron la principal arma de peligro del equipo local en estos momentos, aunque la mayoría de ellas no dieron resultado alguno. El Bayern continuaba fiel a su estilo saliendo con el balón jugado desde atrás por medio de los dos mediocentros haciéndoselo llegar a los mediapuntas para que lograran desequilibrios.
El transcurso de la segunda parte fue mucho más igualado que el de la primera. Estuvo marcado por el miedo a perder la eliminatoria y el bajón físico que sufrieron ambos equipos a partir del minuto 70. Las ocasiones fueron escasas pero pudimos presenciar claramente alguno de los problemas del Madrid en esta última parte de temporada, la salida de balón. Si en algunos partidos echábamos en falta que Alonso bajara a recibir y dar el primer pase esta vez si lo hizo. Se situó entre Pepe y Ramos, pero apenas dio resultado al equipo. No tenía un claro receptor del balón. Khedira no participaba en la creación de juego y los espacios entre la defensa madridista y la zona de tres cuartos eran demasiado grandes como para intentar superarla con un solo pase, debido a que Ozil, entre otros, no bajaba a recibir. El Bayern no mostró el nivel de presión de la primera parte, pero sí nos dejó detalles destacables. Cuando empezó a disminuir el físico en los dos equipos surgió la figura de Luiz Gustavo. Inconmensurable tanto en ataque dando salida de balón por medio de pase o de transiciones individuales, como en defensa cortando todo el juego del Madrid entre líneas. Si nos hemos centrado en los mediocentros para explicar el juego de cada equipo en la segunda parte la realidad es que Benzema y Robben fueron los jugadores más destacados en sus equipos. Benzema ofreció recepciones a balones largos y caídas a la banda derecha aprovechando las constantes subidas de Alaba en ataque. Robben era el encargado de desequilibrar el juego del Bayern. Se mantuvo más regular en el partido que un Ribery que fue diluyéndose conforme avanzaba el encuentro. El trabajo de Marcelo sobre Robben fue clave para mantener el resultado, al igual que el de los centrales sobre Mario Gómez que apenas pudo crear peligro en esta segunda parte. Mourinho dio entrada a Kaká buscando aire fresco en la mediapunta en lugar de Di María, por lo que Ozil pasó a jugar en la banda derecha. Se notó la falta de ritmo del brasileño que apenas aportó juego al equipo. Con el 2-1 en el marcador el partido se marchaba a una prórroga que se presumía dramática.
La prórroga estuvo marcada por el cansancio físico en los dos equipos. El Madrid fue el equipo que más peligro creó sin llegar a tener ninguna ocasión clara. De nuevo las recepciones de Benzema y las jugadas personales de Marcelo fueron las principales vías para crear peligro. El francés fue a menos a lo largo de la prórroga y fue sustituido en lugar de Higuaín en el descanso. Granero fue la última bala para Mourinho. Entró en lugar de Ozil y se situó en su puesto. Salió para amarrar la posesión, sin buscar ningún cambio a la tendencia del encuentro. El Bayern en pocas ocasiones llegó a la meta de Casillas. La bala de Heynckes, al igual que en la ida fue Muller, su único cambio. Entró en lugar de Ribery y se situó en la derecha para atacar a Marcelo, aunque no tuvo ninguna ocasión de hacerlo.
El partido llegó a la lotería de los penaltis. De este modo iba a salir el segundo finalista de esta edición de la Champions. Cristiano Ronaldo fue el encargado de abrir la tanda. Neuer le paró su disparo. Alaba lanzó por parte del cuadro alemán y anotó. Kaká lanzó el siguiente. Disparó hacia el mismo lugar que Ronaldo, Neuer también se tiró al mismo sitio, paró. Mario Gómez volvía a marcar para los alemanes. 2-0 con tres penaltis por lanzar, el Bernabéu esperaba un milagro y ahí estaba Casillas para lograrlo. Primero paró un penalti a Kroos y después otro a Lahm. Entre medias Alonso había marcado. Sergio Ramos podía poner las tablas a la tanda, pero su disparo se marchó alto. Schweinsteiger fue el encargado de lanzar el penalti definitivo que dio la victoria al Bayern, que estará en la final que se disputará en su propio estadio. El Madrid por décimo año consecutivo se queda sin disputarla.