Riazor es un estadio grande y como tal tenía que volver a estar en la primera división española. Aunque el Deportivo esté muy lejos del nivel alcanzado a principios de década las visitas de los grandes a este campo siempre son muy complicadas y ofrecen para el espectador neutral auténticos partidazos llenos de emoción y alternativas.
Ayer el Barcelona fue el encargado de visitar A Coruña en un partido que presumía más factible de lo que acabó siendo. Ya de inicio Vilanova salió con varios cambios en el once y es que tanto Pedro, como Xavi, como Alexis Sánchez fueron relegados al banquillo en lugar de Tello, Fábregas y Villa. Además en defensa el técnico culé tuvo que volver a dar la responsabilidad en la zaga a Mascherano y a Song y en el lateral derecho a Montoya. Oltra, por su parte, realizó un planteamiento algo más conservador de lo habitual, pero sin excederse. Dio entrada a Bergantiños en el mediocentro junto a Abel Aguilar y situó en los laterales a Laure y a Ayoze en lugar de Manuel Pablo y Evaldo para aprovechar su capacidad defensiva.
El partido comenzó muy de cara para el Barcelona que rápidamente se encontró con una amplia ventaja en el marcador. A los tres minutos Jordi Alba entró libre por banda para definir un gran pase de Fábregas. Cinco minutos después fue Tello el que batió a Aranzubía después de una jugada individual en el área. A los 18 Messi culminó el gran inicio del Barça aprovechando una asistencia de tacón de Fábregas. El partido se ponía muy de cara para el equipo visitante.
La movilidad de Fábregas en el centro del campo y la solvencia arriba de los delanteros dejó el encuentro casi finiquitado en los primeros veinte minutos. La poca aportación defensiva de Valerón permitió al Barcelona acciones de superioridad en el centro del campo aprovechando las constantes bajadas de Messi a recibir y la ocupación de las bandas por medio de Tello y de un Jordi Alba que se aprovechó de la presencia de Montoya en banda derecha para aparecer más de lo que es habitual en él en este comienzo de temporada. Busquets inició la salida teniendo en Fábregas a su principal emisor de pases que sin llegar a asumir la responsabilidad de Xavi en la base de la jugada comenzó a organizar el juego de ataque. A diferencia de Xavi Cesc ayer llegó a la altura de Iniesta y Messi y en las jugadas en transiciones rápidas llegó a situarse en la mediapunta para asistir al argentino. Ayer Fábregas fue más que nunca un mediocentro box to box. La situación del centro del campo coruñés favoreció la exhibición del ex del Arsenal. Valerón debía de ser el encargado de encimar a Busquets y Fábregas en la primera línea de salida, una superioridad sobre la que comenzó a plasmarse todo el sistema de ataque del Barcelona. Por delante tampoco Bergantiños y Abel Aguilar pudieron parar otra superioridad generada por Iniesta y Messi, a los que se sumaban Fábregas por dentro y Alba + Villa y Tello por bandas. El resultado de los primeros veinte minutos nos muestra la gran superioridad azulgrana.
El partido pudo haberse acabado aquí, pero ni el Barcelona ni el Deportivo quisieron. El Barcelona se relajó en exceso con el balón arriesgando sus pases y perdiendo muchos balones, mientras que el Deportivo mantuvo el tipo y aprovechó la debilidad defensiva del Barcelona para volver a entrar en el partido. El cuadro local creció a partir de las pérdidas azulgranas buscando la espalda a Song y a Mascherano por medio de Riki. En el minuto 26 el canterano madridista cayó en el área y Pizzi anotó el lanzamiento desde los once metros para recortar las distancias. El 1-3 confirmaba el bajón de juego que había sufrido el Barcelona en los minutos posteriores al gol de Messi. El partido continuó por los mismos derroteros, con un impreciso Barcelona y un Deportivo que buscaba cualquier mínima opción para seguir recortando distancias. El 2-3 no tardó en llegar y fue Bergantiños el que a la salida de un corner aprovechó un rechace en el área para batir a Valdés con un fuerte disparo. El Barcelona despertó y liderado de nuevo por un Messi imperial volvió a poner tierra de por medio con un gol antes del descanso. El partido llegó a los cuarenta y cinco minutos con la sensación de claro dominio azulgrana en cuanto apretaba la máquina pero que no podía fiarse de un Deportivo que iba a buscar cualquier resultado positivo llevado en volandas por su afición.
La segunda parte comenzó con un Deportivo que no tardó en dar la réplica al Barcelona con un disparo de falta de Pizzi que no llegó Valdés a detener. Era el minuto 47 y dos después el Barcelona tuvo que asumir al expulsión de Mascherano después de una falta sobre el propio Pizzi. El partido se ponía muy de cara para el cuadro local que se encontraba a un gol de un empate poco imaginado media hora antes. Vilanova decidió dar entrada a Adriano en lugar de Villa para hacer jugar al lateral brasileño de central como hiciera en el encuentro ante el Real Madrid. El técnico culé agotó rápidamente los cambios y es que el partido estaba cogiendo un ritmo más frenético que el que interesaba al Barcelona. Primero fue Pedro el que entró en lugar de Tello y después Xavi en lugar de Fábregas. El Barcelona acabó jugando con un 4-4-1 en el que Busquets y Xavi formaron un doble pivote con Iniesta en banda izquierda en fase defensiva y como interior en ataque aprovechando los desdobles de Jordi Alba. Oltra aprovechó la inferioridad numérica para buscar el empate dando entrada a Camuñas y a Nelson Oliveira en lugar de Valerón y de Bruno Gama. El Deportivo pasó a jugar con un 4-4-2 buscando el juego directo de Camuñas y de Pizzi sobre Riki y Oliveira. El nerviosismo del Barcelona aumentaba conforme avanzaban los minutos y cada ataque del Deportivo se convertía en una acción de peligro. Cada desborde de Pizzi complicaba la vida a una defensa que tuvo problemas para imponerse al doble nueve presentado por Oltra en los últimos minutos. En ataque el Barcelona continuó arriesgando de nuevo la posesión y fue Messi el que hizo respirar a la afición azulgrana de nuevo. En el minuto 77 y cuando más atascado estaba el Barcelona una jugada individual del argentino ponía un 3-5 que se presumía definitivo. Pero nada más lejos de la realidad el Deportivo volvió a recortar distancias después de un error de Jordi Alba en un despeje que introdujo en su portería.
Con esta victoria el Barcelona continúa líder empatado a puntos con el Atlético Madrid. El Deportivo sigue en descenso a dos puntos del Athletic Bilbao.
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